¡¡Triunfa el midi!!

¿Todavía estás dudando si cortarte el pelo?, pero ¿aún lo llevas larguíiiiiiiisimo, con la raya en medio y pegado a la cara? Pues ya es hora de que te lo vayas cortando, o por lo menos te lo despejes del rostro. Mira a las famosas y toma nota. Que ellas son el reflejo de lo que se lleva. 

‘Todo esto te daré’, muchas expectativas

No parece de la misma autora que la Trilogía del Baztán. Es mucho más comercial, pelín largo, demasiadas descripciones, que al principio parecen maravillosas, y muy correcto. Se salva.

Esther Doña, ¡¡las vueltas que da la vida!!

La revista ¡HOLA! trae casi un desplegable de Esther Doña, con siete cambios de modelinchis, y diciendo perogrulladas sobre su relación con el marqués de Griñón. Eso sí, espectacular, tanto ella como el palacio del marqués. 

¡¡¡¡Paula y Busta rompen!!!!

Ya te habrás enterado, claro. Y parecía que estaban hechos el uno para el otro. Los veías un día sí y otro también tan felices y enamorados y ahora resulta que ¡¡¡zas!!! se acabó. ¡¡Ay!! los caprichos del corazón. 

Ante la tragedia, al menos una reflexión

La noticia del día es la terrible avalancha de barro que se produjo en Mocoa, Colombia, en la madrugada del sábado. La consecuencia: una tragedia; más de 200 muertos y cientos de desaparecidos. Y todo, en un barrio que aloja a desplazados por el conflicto armado que vive este país. 

Isabel Preysler y Mario, ¡¡¡no puedoooooooo!!!

Flipo con el reportaje de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa. De primeras me quedé noqueada: esas fotos, esas declaraciones tan cursis, todo tan rosa, tan empalagoso... y ella tan estupenda; tan joven a sus 66 años, parece que descumple en lugar de cumplir. ¿Es real todo esto? Y si lo es, ¿por qué choca tanto la felicidad de esta pareja?

‘Tengo en mí todos los sueños del mundo’, deliciosa

Se trata de una mezcla de Titanic, de novela histórica de principios del siglo XX, con toques muy a la española, y hasta podría convertirse en un guión para una serie de televisión. De esas que se han puesto tan de moda, como La sonata del silencio, de Paloma Sánchez-Garnica.