Si te rompes un dedo del pie al darte un golpetazo con una mesa o con cualquier otro mueble es porque ibas sin zapatillas, o sea descalza. Y eso no está ni bonito ni bien.
Si te rompes un dedo del pie al darte un golpetazo con una mesa o con cualquier otro mueble es porque ibas sin zapatillas, o sea descalza. Y eso no está ni bonito ni bien.
Que el presidente del Tribunal Constitucional tenga un hijo no deberíamos saberlo. Pero lo sabemos, y no por los logros y la brillantez del hijo, sino por todo lo contrario.