El acoso, el maltrato y hasta el enjuiciamiento social se han pasado al mundo on line. Muchos usuarios de redes sociales se explayan con quienes no piensan como ellos. No hay mayor ejemplo de intolerancia.
El acoso, el maltrato y hasta el enjuiciamiento social se han pasado al mundo on line. Muchos usuarios de redes sociales se explayan con quienes no piensan como ellos. No hay mayor ejemplo de intolerancia.
Entre retales, pespuntes y patrones se teje esta novela, con la que Bianca Pitzorno quiere homenajear a todas las modistas del mundo.
Un día como hoy resulta deprimente echar un vistazo a la primera página de los diarios. Al menos los miércoles merece la pena leer otros reportajes.
Cuánta razón tienen quienes dicen que la realidad supera la ficción. Ni Netflix, ni HBO, ni Movistar, ninguna serie es tan larga, apasionante y sorprendente como la de la Pantoja. Kiko, y sus hermanos de padre, Irene Rosales, Chabelita, Paquirri y Cantora. El Falcon Crest más español.
Tú no puedes casarte, ni celebrar la primera comunión de tu hijo, ni ver a tu familia si sois más de seis y vivís en diferentes comunidades autónomas. Pero ellos sí pueden irse, no ya de fiesta, ¡¡de gala!!
Con esta novela la italiana Simona Spiroca demuestra que siempre hay una puerta abierta a la esperanza en la relación entre madres e hijos. Emotiva, llena de sentimientos y maravillosamente estructurada.
Con lo que tenemos encima parece una nimiedad comentar que nuestros ministros fueron hechos unos adefesios al desfile de las Fuerzas Armadas, presidido por el Rey y su familia, el Día de la Fiesta Nacional.
La pluma de Care Santos se adapta a todo público: niños, adolescentes, jóvenes y mayores. Lo último que he leído de ella es perfecto para chicos y a los mayores nos hace pensar.
La Segunda Guerra Mundial da para mucho, literariamente hablando. Fueron tantas y tan horribles las atrocidades que se cometieron que el número de libros inspirados en tales dramas es infinito. La hija olvidada es uno de ellos.
Una deliciosa novela histórica contada en primera persona narra las pequeñas vivencias de Trina, así como la tragedia de su pueblo que fue inundado por un lago artificial.
Ojalá que aparecer en la pequeña pantalla tan a menudo no suponga su caída libre: lo poco agrada y lo mucho cansa. Aunque, pensándolo bien... ¡por fin hay alguien en ese programa que sabe estar!
La segunda parte de Reina Roja es buenísima, me atrevería a decir que mejor. Y como cada una supera a su predecesora, una vez que la hayas leído sólo queda encomendarte al autor.
Lo nunca visto: ¡¡¡un vicepresidente del gobierno de un país desarrollado con moño y pendientes de aro!!! Nunca, un estilismo tan fuera de lugar y de momento. Será un truco para despistar.
Si alguien me preguntara por un buen autor de novela negra, le daría muchos nombres, y españoles, por supuesto. Entre esos nombres no me olvidaría de Inés Plana. De lo mejor.