Un día como hoy resulta deprimente echar un vistazo a la primera página de los diarios. Al menos los miércoles merece la pena leer otros reportajes.
Desayunas con noticias como la llegada masiva de pateras a Canarias sin orden ni control.
La pandemia, que sigue cobrándose vidas, enfermos, negocios y puestos de trabajo.
La ley Celaá con la destrucción del español y los Institutos Cervantes de todo el mundo, sin decir ni hacer nada.
Los presupuestos generales del Estado y la relación del gobierno español con partidos como Bildu y ERC.
La gran idea de Montero, entre otras: que niñas menores puedan abortar sin el consentimiento de sus padres.
Y eso sólo de aperitivo, sin ahondar en los periódicos.
Por eso a veces viene de maravilla coger la revista ¡HOLA! y leer, como esta semana, a Ana García Obregón en "una entrevista en la que abre su corazón, roto en pedazos". Habla de lo mucho que sufre aún, seis meses después de la muerte de su hijo Álex. Que era un amor, una monada, un chaval encantador que se fue con solo 27 años.
Ahora bien, una cosa sí que te digo, y es que la encuentro mucho más favorecida, más fina y más acorde con su edad. Se ha cortado la melena a la altura del hombro, y ya no luce esos escotazos y ni esas minifaldas, ni tampoco va tan ajustadísima como solía. De luto, pero la veo mucho mejor que en otras ocasiones, la verdad.
Dice que llora muchísimo, que quiere seguir adelante con el legado de su hijo y hacer todo lo que él tenía planeado, como la fundación Álex Lequio, que ella la está haciendo realidad con el fin de investigar sobre el cáncer. Comenta, además, que los beneficios de la entrevista irán íntegros a la fundación.
Para ella el mundo se divide en dos tipos de personas: quienes han perdido un hijo y los que no. Cuenta lo mal que lo ha pasado estos meses, que no quería ver a nadie, lo unida que se siente ahora con el padre de su hijo, cómo fueron los últimos momentos junto a Álex... Pobrecilla.
Ah, y también asegura que va a dar las campanadas de fin de año en La Primera. ¡Las ganas que tenemos todos de que acabe este año!
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