miércoles, 7 de octubre de 2020

El calzado de Marta Ortega

¿Qué puede haber en ¡HOLA! más interesante que Tamara en la portada hablando del marquesado que ha heredado o la futura reina de España, que acaba de cumplir 15 años? Pues algo tan sencillo como los pies de Zara, perdón, Marta Ortega. 


Como lo oyes, los pies de la hija de Amancio Ortega, a la que siempre hemos tenido por una chica súper estilosa, a la ultimísima, resultona e ideal sin ser un bellezón. 
Más que sus pies, su calzado. 

FOTO DE ¡HOLA!
Me la he topado en la revista junto a su marido Carlos Torretta, aferrada al cochecito de su recién nacida Matilda. Siempre me gusta mirar cómo va vestida, sus complementos, peinado y demás. 
A la peque no se la ve, lo que sí se ve es el moño de su marido, que se lo ha copiado el vice. Después de que Pablo Iglesias criticara a Amancio Ortega y sus ganas de ayudar, no se conforma con llevar chaquetas de Zara, va más allá y copia el peinado del yerno. 

Pues eso, que el calzado de Marta, llama la atención. 
Se trata de unas chanclas súper estilosas, de piel negras con una gran hebilla dorada, destalonadas y con los dedos fuera como cualquier chancla se que precie, y ella se las ha puesto ¡¡¡con calcetines!!! Como lo oyes: unos calcetines negros que le llegan algo más arriba de los tobillos. 
Y así y con un abrigo marrón oversize se ha paseado por Sangenjo. 
Eso sí, sólo te las puedes poner si eres Zara, digo Marta Ortega, porque a cualquier otra no le quedaría igual. 

Pero vamos que esa misma combinación ya estaba más que inventada: la he visto millones de veces en las empleadas domésticas, en muchas casas, cuando bajan por el pan o cuando recogen al niño en la ruta o lo llevan al parque. Y es que esa mezcla de chanclas con calcetines debe ser de lo más práctico, comodo y calentito. Hablo de las chanclas de meter el dedo de vivos colores combinadas con calcetines también de vivos colores o dibujitos. Pero el mismo concepto.

Eso sí que es igualdad y democracia: confort para todas, y para todos los gustos. En la calle, en el parque, en la casa, trabajando, de paseo y hasta en Sangenjo. 


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