lunes, 10 de febrero de 2020

Estilismos de Quintos de Mora

Me encanta el look de nuestro vicepresidente para su día de campo: rebeca de lana gorda, camisa de cuadros y, al llegar lucía sobre su espalda, una mochilita. Como cualquier excursionista que se precie. 




De toda la vida nos hemos puesto las peores pintas para ir al campo. ¿No te acuerdas en tu infancia y adolescencia cuando antes de deshacerte de algo te ropa te decían que no, que lo reservaras para el campo o el pueblo? 

Pues eso exactamente ha debido hacer Pablo Iglesias, que ha sacado lo más viejo, y feo, para lucirlo en Quintos de Mora. Porque de toda la vida al campo se va a destrozar la ropa. 

Por mucho que seas un vicepresidente del gobierno hay cosas que te inculcan desde niño y las llevas a gala ya toda la vida. Así que eso: al campo, y más a una finca de Toledo (donde te llevan a estrechar lazos con el resto de ministros y a organizar la agenda del gobierno): a destrozar la ropa. 

Con esa idea se colocó una chaqueta de lana gorda con cremallera de color gris y una greca con llamas a la altura del pecho. Ahora que lo pienso, lo mismo la rebeca es de alpaca y se le trajo algún conocido de Perú y, antes de deshacerse de ella, la lució en la finca más chula que tiene el estado español (y a ver si con un poco de suerte la destroza). Debajo llevaba una camisa de cuadros tipo leñador, que también está pasadísima. 
De esa guisa se presentó en Quintos de Mora para su reunión informal de gobierno. 

Su pareja también parece que iba de despojos: eligió una triste camisita, vaqueros y un jersey fino por el que asomaba la camisa. Por lo poco que se ha visto de la reunión parece que se lleva de maravilla con Ábalos, con quien se la vio charlando distendida entre risas. 
Ábalos sí que luce look de toda la vida: jersey de pico y chaqueta tipo cazadora de cuatro bolsillos; recuerda un poco al look de padre de familia de clase media de los años 70. Pelín trasnochado. 

Y no como Isabel Celaa. La ministra de educación, que va siempre de pasarela, cuello subido y bien maquillada. Esta ocasión, además de llevar el cuello de su chaqueta blanca subido, se calzó unas sneakers ¡doradas! 
Pero el que más y mejor iba, el presidente. Parecía recién sacado de un catálogo de C&a: con sus vaqueros, su chaqueta de punto cruzada con doble botonadura sobre camiseta blanca, ¡ah! y sneakers blancas. 
Fashion total. Se nota que Pedro Sánchez sabía que no iba a destrozar su atuendo. Jajajajajaja. 

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