Una deliciosa novela histórica contada en primera persona narra las pequeñas vivencias de Trina, así como la tragedia de su pueblo que fue inundado por un lago artificial.
Curon Vetusta es un pueblecito que linda con Austria y Suiza. Hoy, entre sus montañas sólo queda el lago de Resia, del que emerge un campanario, testigo mudo y vivo de la historia de Trina. El campanario parece flotar entre las aguas del embalse que se creó para unir los lagos de Curon y Resia, lo que supuso la destrucción y hundimiento de ambos pueblos.
Esta historia fue la excusa perfecta para que el italiano Marco Balzano escribiera Me quedo aquí, novela con la que ha sabido tocar la fibra sensible de sus lectores, gracias a la sencillez de la protagonista, que salpica sus vivencias personales con sucesos históricos, como la llegada de Mussolini al poder y la Segunda Guerra Mundial.
Como madre, Trina narra el dolor que siente por la desaparición de su hija y por las ideas irreconciliables que enfrentan a su hijo y a su marido. Como maestra, habla de su amor por las palabras y por la enseñanza. Como ser humano, redacta con horror sobre la guerra; como campesina describe con sencillez su pueblecito en el Tirol del sur, sus vacas, sus montañas y su campanario. Y como gran mujer narra su lucha y su amor por todo esto.
Todo lleno de sencillez y simplicidad. Desde el sentimiento más profundo hacia su familia, su tierra, su profesión y su condición humana.
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