miércoles, 22 de abril de 2020

El lenguaje no verbal y Pedro Sánchez


De lo que estamos aprendiendo con la crisis del coronavirus hay algo muy importante: que Pedro Sánchez pasa de todo, entre otras cosas, del lenguaje no verbal. 




Con más de 20.000 muertos en España en menos de dos meses podemos decir que nuestro país está de luto; muchas banderas que asoman a los balcones se adornan con un lazo negro, igual que numerosas de las solapas que aparecen en la pequeña pantalla de periodistas y algunos políticos.

Hasta la reina Letizia, en las ocasiones en la que se deja ver, viste de oscuro, apenas luce joyas y siempre lleva trajes sastre pantalón, de lo más simple y triste, de luto. 

Pero él no. 
Pedro Sánchez sigue erre que erre con su corbata roja y su camisa celeste. No sabemos si no se entera, le da igual los mensajes que emite, desconoce la importancia de su vestimenta en cada aparición... o no quiere darse por enterado sobre las cifras de los fallecidos españoles. 

Pero hay más: a estas alturas del confinamiento, y sin peluquerías, nadie se corta el pelo ni se cambia el peinado más que los adolescentes, a los que les ha dado por raparse en estos tiempos de cuarentena.

No sólo Fernando Simón no se toca los pelos (como siga con ese cardado no va a caber en la pantalla del televisor), nuestra reina, que siempre es trendic topic en estilismos y looks, luce su melena lisa, sin peinados ni ondas ni recogidos ni nada. Incluso muestra sin complejos sus canas, como cualquiera de las mujeres españolas.

Pero no, él no. 
El presidente ha aparecido hoy en el congreso no sólo con la corbata escarlata, si no también con el pelo recién cortado, un peinado exquisito y un corte envidiable. ¿Te lo puedes creer? ¡Con la que está cayendo!
Pasa de todo: va, y se corta el pelo, porque él lo vale. Aunque el resto de los españoles tenga greñas. 
Como ha cambiado tantas veces de idea, de normas y de mensajes. Como ha rectificado tantas veces en esta crisis, lo mismo piensa que las peluquerías al final sí quedaron abiertas y que todo el mundo puede lucir un pelo como el suyo, cuando menos. 

Insolidario, desinformado y pasota.
Así se muestra nuestro presidente. 


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