Que el presidente del Tribunal Constitucional tenga un hijo no deberíamos saberlo. Pero lo sabemos, y no por los logros y la brillantez del hijo, sino por todo lo contrario.
Al parecer el abogado de 43 años no para de meter la pata, y cada vez que esto ocurre, sale victorioso.
La última la lio ayer bien temprano, cuando se presentó en los estudios de Mediaset exigiendo unos vídeos protagonizados por él mismo. Al parecer, llegó a bordo de su automóvil y como un toro, dispuesto a montar un número. Al hacerle las pruebas pertinentes dio positivo en tests de drogas. ¿Que pasaría si eso lo hiciérmmos cualquier hijo de vecino?
Pues a él lo han ingresado en el hospital Ramón y Cajal con un brote psicótico, dicen. Pero esto no deberá quedar así, tendrá que hacer frente a una multa y a la penalización correspondiente por conducir en ese estado, vamos digo yo, porque él también debe cumplir con la ley y al ser hijo de quien es debería ser un pelin, digo pelín, ejemplarizante, ¿no?
Y si no, que se lo pregunten al ministro de Transportes, que al parecer sabe de sobra cuándo alguien se mete sustancias, ¿no, señor Puente? Y del hijo del excelentísimo señor Cándido Conde Pumpido no dice ni pio.
Y no es la primera vez que este abogado protagoniza un escándalo, ya fue denunciado por presenta agresión sexual grupal y por un supuesto delito de violencia machista contra una expareja.
Vamos, una joya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario