Es normal que una panadería familiar pase de padres a hijos, igual que un restaurante o cualquier negocio. Si se levantó con el sudor de la frente de los propietarios lo lógico es que el futuro esté en manos de sus herederos.
Sin embargo, muchos se han lanzado a criticar que Marta Ortega vaya a asumir en breve la presidencia de Inditex, el imperio que levantó Amancio Ortega gracias a su trabajo, su visión de negocio, más trabajo y saber elegir un buen equipo.
Que su hija ocupe la presidencia del emporio textil era de esperar, y resulta una gran noticia para las millones de compradoras de Zara, el buque insignia de Inditex, en el que Marta está tan implicada.
Mujer joven, actual, súper estilosa y enamorada de la moda. La mejor embajadora de una marca que no tiene publicidad, ni anuncios ni campañas en medios más que en la temporada de rebajas. Viste modelos de la casa, incluso antes de que lleguen a las tiendas, los combina con grandes marca como Nike, Celine o Hermès, y los sustituye por valentinos para las grandes ocasiones.
Cuentan que empezó trabajando en una tienda de Londres, donde nadie la conocía y curraba como la que más; que ha pasado por todas las divisiones de la empresa, que hoy supervisa los diseños de Zara Woman, y gestiona la imagen de la marca. Gracias a ella se realizan campañas con los creativos más renombrados del mundo de la moda y distintas colecciones premium y Limited Edition, como Atelier. Dicen que, igual que su padre, visita las tiendas y está muy pendiente de la estrategia de sostenibilidad del grupo y de la digitalización.
Su idea es que a partir de abril, cuando se convierta en la presidenta, continúe con tales tareas más la propia de liderar el Consejo de Administración. Huelga decir que se rodeará del mejor equipo para que todo continúe sobre ruedas, por la cuenta que le trae a ella, y a su padre.
No le importa aparecer en los medios, ni que la fotografíen con sus amigos del mundo de la moda (Eugenia Silva o Jon Kortajarena, Pierpaolo Piccioli, de Valentino, y Naomí Campbel), de la alta sociedad mundial (Carlota Casiraghi o Atina Onasis) o como invitada a las bodas de familias españolas influyentes.
Por algo Inditex cotiza en el ibex 35, y pronto Marta se codeará con mujeres de la talla de Ana Patricia Botín, Beatriz Corredor y María Dolores Dancausa.
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