jueves, 15 de diciembre de 2022

El belén

Me gusta la Navidad, pero hay una cosa que me fastidia. ¿Sabes qué? Que se ven pocos belenes y pocos Niños Jesús. 



Con la excusa de estas fiestas, te bombardean con cantidad de anuncios, reportajes, vídeos, y programas de televisión en los que hablan de familia, recuerdos, de volver al hogar, de paz, alegría, de comer bien y beber más. Y, sobre todo, de comprar y consumir. Regalos, comida, bebida, vestidos. Más regalos y más comida. Comprar y comprar.  

En los anuncios y en los vídeos, en las fotos de las revistas colocan el árbol, las bolas, las luces; ponen una mesa maravillosa, la mejor vajilla y los platos más ricos. Se visten con lentejuelas y corbatas, pero se olvidan de poner el belén y el Niño Jesús. Apenas se ve. 

Y es que la Navidad es eso. El nacimiento del Niño Jesús. Sin el nacimiento no habría navidad. 

Sí, está fenomenal compartir, salir, estar alegre, reactivar la economía en estas fiestas, darte un capricho, juntarte con la familia y los amigos para celebrar, intercambiar regalos, desear lo mejor al de al lado y poner el árbol. 

Pero, por favor, ¡pon el belén! Es el motivo real de la navidad, y tiene un sentido y un significado. 

Menos mal que en el décimo de lotería mantienen la imagen de la Virgen con el Niño. 


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