Las bodas no paran de sucederse, una tras otra. Y eso nos encanta, no sólo por ver a las novias, sino también porque podemos mirar con lupa a las invitadas. Entre ellas, a la madre de Tamara Falcó.
Esta semana ¡HOLA! trae en su interior cuatro bodas que no tienen desperdicio.
Acaba de caserse el príncipe Hussein, el hijo de Rania de Jordania, con Rajwa Al Saif, hija del empresario saudí Jalid al-Saif. Ella es muy guapa y todo el mundo ha comentado que iba con zapatos planos, algo extraordinario en una novia. La reina Raina me parece súper cursi. Doña Sofí iba súper elegante de rosa, igual que Kate Middleton, que eligió el mismo color.
Está claro que el rosa es el color de la temporada.
Isabel Preysler, que al menos hasta ahora podía presumir de ir siempre a la última y súper elegante, también se ha decantado por ese color tan favorecedor y femenino para el enlace al que asistió en Sevilla el pasado fin de semana.
Se unieron en matrimonio dos jóvenes aristócratas: Sol Medina Orleáns-Braganza y Pedro Domínguez-Manjón Toro. Ella, condesa de Ampurias para más señas, iba de Victorio & Lucchino, con un vestido color champán muy original, mantilla y corona de perlas y diamantes de la Casa Medinaceli. A alguien le parecerá que iba favorecida, a mí, la verdad es que no me entusiasma.
Pero lo más destacable es la invitada Preysler, que llevaba un vestido rosa ideal, con drapeado y lazada a la cintura, manga larga y escote a la caja que adornó con un gran collar gargantilla de perlas. Sin embargo, se tocó con una enorme diadema bandeau del mismo tono de Mimoki que no le favorecía en absoluto, ya que le cubría la cabeza desde la frente. Y es que a cierta edad, el pelo tan tirante no favorece ni siquiera a Isabel Preysler. Y si lo dudas, mira esta foto de ¡HOLA!: https://www.hola.com/actualidad/galeria/20230603233153/isabel-preysler-boda-sevilla/1/
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