La Boda

El enlace entre el alcalde de Madrid y Teresa Urquijo ha sido la noticia del fin de semana. Se reunieron políticos y aristócratas en la iglesia de San Francisco Borja, en el barrio de Salamanca. 

Ha dado para páginas y páginas, minutos y minutos para leer y hablar antes, durante y después. Se podría decir que se trata del evento social más importante del año porque se han visto caras de personalidades y muchísimos outfits maravillosos y otros no tanto. 

La duquesa de Huéscar, como siempre, iba espléndida, tal vez demasiado sencilla, pero no olvidemos que menos es más. Iba sin tocado, lo que viene a confirmar que sombreros, pamelas y demás están llegando a su fin en los atuendos de invitada. 

Esperanza Aguirre, sin embargo, se lo puso todo: tocado, floripondio, collares, estampados, volantes... Isabel Díaz Ayuso también lució maravillosa, de color buganvilla y un diseño de Victoria, pero echamos de menos a su novio. También iba estupenda la infanta Cristina, así como Victoria Federica, que entró en la iglesia sin pendientes y salió, tras la ceremonia, con las orejas decoradas. 

Victoria López-Quesada, prima de Felipe VI, perfecta con un vestido de escote asimétrico y tela azul emulando un mantón de Manila. El rey emérito no se quiso perder la boda, a la que se le invitó como primo hermano de la abuela de Teresa. Sin embargo, la reina Sofía se ausentó en la ceremonia religiosa, pero no se perdió la fiesta posterior en la finca El canto de la cruz. 

La madre de la novia, Beatriz Moreno de Borbón-Dos Sicilias,  guapísima de  color buganvilla. Se repitieron dos vestidos, el de la restauradora Pepa Muñoz y la periodista de belleza Teresa de la Cierva: ambos, con la firma de Carolina Herrera, en verde, blanco y fucisa, pero la primera eligió un dos piezas y la otra un vestido.

Como buen hincha del Atleti el alcalde invitó a Simeone. De lo que más se habló fue del discurso del novio, en el que recordó a sus padres, y del chotis que bailaron los recién casados, que puso el punto cómico, espontáneo y divertido. Aunque muchos opinan que no debería haberse filtrado: se produjo en un acto privado y alguien lo grabó con su móvil y lo plasmó en redes sociales. 

El novio ser mostró simpático, nervioso y muy alegre y la novia, como una chica sonriente, espontánea y respetuosa con las tradiciones: contrajo matrimonio con el mismo vestido que lo hizo su madre y antes su abuela. Aunque dicen que lo había actualizado, tal vez era demasiado cerrado y con un cuello poco favorecedor, pero sea como sea se la vio feliz, sonriente y muy elegante, con un velo de tul ilusión, que hoy apenas se ve en las novias.  

Que sean felices.