Una boda de pereza

Pereza total y absoluta. La boda de Eva González con Cayetano Rivera. Es más de lo mismo, más exclusivas, más poses, más postureo. A ella, después de Master chef,  la conocemos algo más y además de guapa parece simpática. Entonces ¿por qué?, ¿por qué?, ¿por qué se casa con este chico? Perezón total. 

Más allá de que Eva sea espectacular y llevara un vestido de novia ideal, que le quedaba como un guante. 

Más allá de eso, resulta penoso que su enlace sea una exclusiva para ¡HOLA! O sea que el reciente matrimonio sigue la política de la familia; la tradición de los Rivera: Cayetano, igualito que su hermano Fran, al que, por otra parte le gusta más una chistera que otra cosa. 

Desde que se la compró no desaprovecha oportunidad para ponérsela, y así apareció en la boda de su hermano, tocado con un sombrero de copa. 

¡¡¡Y la pobre Lourdes Montes!!! llevaba un vestido cero favorecedor, con el escote de tul transparente, que no parecía ser lo más indicado (tuvo a su pequeñina hace nada y, claro, el cuerpo tarda un pelín más de lo que nos gustaría en volver a su ser). Pero, chica, tú que eres diseñadora y tienes tu propia firma, seguro que podrías haber buscado algo más favorecedor. Con lo monilla que eres. 

La hermana de la novia, María, iba ideal. Con un vestido azul celeste con flecos desde la cintura. Lo combinaba con guantes y salones en marsala y tocado azul y marsala.

Encarna, su madre, que ejerció de madrina, con un vestido verde largo y mantilla española, iba estupenda. 

María José Suárez,
y no digo más.

Desde luego, la que asustaba era Paloma Cuevas.  Pero, ¿a esta mujer quién la asesora?, ¿o quién la engaña? 

El resto de las amigas, para echarles de comer aparte:  

Sandra Aladro, con un
modelazo de Analilen,
la marca de Lourdes Montes
y su hemana... Flipa. 

Pastora Soler.
O sea...

Vicky Martín Berrocal.
Sin comentarios. 

Samantha Vallejo-Nágera, ideal.
Llena de colores, como siempre.

Sólo una cosa: ¡¡¿Uñas rojas para una novia?!!