Dicen que gane quien gane el domingo que viene, las que sí se van a proclamar como vencedoras son las televisiones. Las diferentes cadenas se lo han currado para contar con los candidatos. Y cada una a su manera.
Y como ahora lo que los políticos quieren es mostrar que también son personas humanas, se han prestado a todo tipo de entrevistas y apariciones públicas en las que intentan mostrar su cara más amable.
Que digo yo, además, que no queremos profundizar: ver cómo guisan Pedro Sánchez y Mariano Rajoy no debería hacernos cambiar la intención de voto, sino sólo dar más audiencia a una tele que a otra.
Como votante, ¿qué me importa a mí que Pedro Sánchez sea un as del pin pón y desayune con sus hijas?, ¿o que a Rajoy le pirre el futbolín y se dé unas caminatas de morirse? Lo que quiero es que trabajen para crear empleo, pero empleo de calidad, y acabar con los mil y un marrones que hay en España.
Que digo yo, además, que no queremos profundizar: ver cómo guisan Pedro Sánchez y Mariano Rajoy no debería hacernos cambiar la intención de voto, sino sólo dar más audiencia a una tele que a otra. 
Como votante, ¿qué me importa a mí que Pedro Sánchez sea un as del pin pón y desayune con sus hijas?, ¿o que a Rajoy le pirre el futbolín y se dé unas caminatas de morirse? Lo que quiero es que trabajen para crear empleo, pero empleo de calidad, y acabar con los mil y un marrones que hay en España.
Pero ellos, que quieren mostrarse la mar de simpáticos se han ido de visita a casa de Bertín Osborne, y le han contado lo buenísimos que eran sus padres y la infancia tan preciosa que tuvieron.
También se han prestado a las bromitas, entrevistas y chorradas de turno de El Hormiguero.
Y por supuesto, debaten una y otra vez con el mismo discurso, y luego cuando se ven instalados en La Moncloa, hacen lo que pueden (o lo que quieren) y se olvidan de lo que prometieron: la urgencia del día a día les lleva a realizar otro tipo de pactos, otras políticas y reformas diferentes de las que prometieron en la mitin de turno.
Discurso a tres candidatos más una vice, cara a cara de los dos grandes, debate entre diferentes miembros de cada partido, entrevista personal o entrevista de programa electoral... En el fondo: diferentes formatos de lo mismo.
Y luego van y pactan entre ellos y ellos mismos se apañan y negocian quién gobierna, cómo y quién los controla.
Así que sólo nos queda esperar que esa faceta tan humana que han demostrado en la tele, la saquen a relucir y trabajen más y mejor por quienes les pagamos el sueldo, que somos quienes les votamos y quienes sufrimos sus políticas.
También se han prestado a las bromitas, entrevistas y chorradas de turno de El Hormiguero. 
Y por supuesto, debaten una y otra vez con el mismo discurso, y luego cuando se ven instalados en La Moncloa, hacen lo que pueden (o lo que quieren) y se olvidan de lo que prometieron: la urgencia del día a día les lleva a realizar otro tipo de pactos, otras políticas y reformas diferentes de las que prometieron en la mitin de turno. Discurso a tres candidatos más una vice, cara a cara de los dos grandes, debate entre diferentes miembros de cada partido, entrevista personal o entrevista de programa electoral... En el fondo: diferentes formatos de lo mismo.
Y luego van y pactan entre ellos y ellos mismos se apañan y negocian quién gobierna, cómo y quién los controla.
Así que sólo nos queda esperar que esa faceta tan humana que han demostrado en la tele, la saquen a relucir y trabajen más y mejor por quienes les pagamos el sueldo, que somos quienes les votamos y quienes sufrimos sus políticas.
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