¿Cuánto hace que no lees un libro bonito? Una historia sencilla, cuyo protagonista te emocione y lo sientas como alguien cercano. Te propongo esta novela de la japonesa Asako Hiruta.
Con amigas como Marina da gusto. Entre otras cosas, porque siempre me recomienda libros súper buenos. Gracias a ella he descubierto un montón de autores y obras que no tienen mucho marketing detrás y de los que apenas oyes hablar.
Ella me recomendó este libro, y una vez más acertó.
Ella me recomendó este libro, y una vez más acertó.
Se trata de una novela bonita. No digo interesante ni llena de acción, o de misterio, ni tampoco estoy hablando de un libro bueno, que lo es. Hablo de un libro bonito.
Ese que cuando terminas te deja un sabor dulce en la boca, y te quedas pensando un rato. El libro que quieres tener a mano para releer algunas frases y mirarlo de vez en cuando. Ese que al acabarlo lo abrazas mientras te limpias las lágrimas y la nariz.
Así es La insólita pasión del vendedor de lencería.
Te lo recomiendo por su sencillez y delicadeza, porque te llega súper adentro y porque es una historia tan simple pero tan bien contada, tan perfectamente planeada e hilada, que da gusto leerla. Con pequeños detalles que te hacen sonreír y te emocionan.
Te lo recomiendo por su sencillez y delicadeza, porque te llega súper adentro y porque es una historia tan simple pero tan bien contada, tan perfectamente planeada e hilada, que da gusto leerla. Con pequeños detalles que te hacen sonreír y te emocionan.
La protagonista es una chica de 32 años cuya vida es de lo más anodina: sus días los pasa entre el trabajo y su casa; sin pareja, con todos sus amigos casados y con hijos. Apenas tiene seguridad en si misma, trabaja como una negra, y se siente gorda y echada a perder. Pero un día descubre una tienda de lencería y su vida empieza a cambiar: gana en seguridad, comienza a verse mejor, a cuidarse y a descubrir cómo y quién es y puede llegar a ser.
Sonreirás, pero sobre todo te hará llorar, llorar y llorar. Ideal para mujeres: delicado, dulce, pero también súper moderno y muy actual. Eso sí, con un toque naif, que en momentos te recuerda a Doraemon. Por algo su autora es japonesa.
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