La horquillas de la Reina

Ya sé que es de la semana pasada, pero a pesar del puente de diciembre, no puedo dejar pasar por el alto el moño de la Reina. No tiene desperdicio. 

Fue en el viaje oficial a Portugal. El primer ministro Antonio Costa ofreció a los Reyes una cena en el Palacio de las Necesidades de Lisboa. Ella, que no quería desmerecer, se mandó hacer un recogido. Pero no uno cualquiera, sino una especie de trenza invertida que luego escondió. El resultado ¡¡¡patético!!! 

Porque si una tiene la melena  a capas y se hace un recogido complicado, una de dos: o se deja el pelo tieso a base de laca, que eso sí que no se lleva nada y da un look vintage total al peinado; o se llena la cabeza de horquillas y ganchillos, que por mucho que los llamen invisibles, no lo son y obtienes un moño espantoso.

Un recogido lleno de horquillas es horroroso. Y eso fue lo que le pasó a la Riena Letizia. Fíjate en la foto y verás los ganchillos en cada tramo de la trenza. Habría estado mucho mejor con esas ondas que tanto le gustan o con otro tipo de moño.

Eso sí, esta vez iba conjuntada al máximo, como siempre, porque siempre conjunta absolutamente todo.

El varela verde esmeralda en georgette, con falda corta y de vuelo, con bordados en cristal, lo calzó con salones y acompañó con clutch verdes, así como los pendientes de esmeralda, ¡¡¡alucinantes!!!

El equipo completo lo estrenó en Oviedo en los premios Príncipe de Asturias de 2013 y esta vez, sin duda, acertó al vestirse las piernas –las medias o las no medias– quedaban mucho mejor, porque hace tres años llevaba unas que blanqueaban y quedan penosas. 

Mejor, mucho mejor sin medias. 
Y sin horquillas, por supuesto.