miércoles, 5 de mayo de 2021

Pablo Iglesias el sensible

Que se vaya Pablo Iglesias se lo agradecerán muchos, pero sobre todo él a sí mismo, para dejar de contradecirse de una vez.

 


Su partido se llama Unidas Podemos y es él, el macho alfa, el que lo dirige a golpe de mandato, él dice por dónde y con quién va. 

Asegura que llega la feminización de la política, y le faltó tiempo para quitar a Isa Serra de la lista por Madrid y colocarse a sí mismo. Porque creía que un hombretón como él iba a poder con Isabel Díaz Ayuso. A quien le espetó en pleno debate que no sonriera... Como si fuera alguien para ordenar a una mujer lo que tiene que hacer.

Por eso, porque se sentía por encima de cualquier mujer, propuso a Mónica García unirse a él y ser él, ¿quién si no?, quien dirigiera la izquierda radical. Ella le contestó que no hace el trabajo sucio de los hombres: que vale tanto o más que él. Cristalino. 

Por fin se va. 

Pero antes ordena que Yolanda Díaz se coloque al frente de su partido, deja a Isa Serra con el marrón de levantar el partido en la capital, y a su actual pareja con un ministerio que no sabe gestionar. 

Una pregunta: ¿será verdad lo que cuentan que quiso abusar de una menor cuando él y Monedero eran profesores de Políticas? ¿Tendrá algo de cierto eso de que mantiene relaciones sexuales con todas las que llegan a algo en su partido? Habladurías. 

Después del varapalo, ha vuelto a sus orígenes: la coleta y el jersey en tonos marrones lleno de bolitas que seguro le levantan la piel. Porque ha demostrado que es de dermis sensible, que sufre mucho, que es una víctima y todos van contra él, ¡hasta su jersey! 

Adiós al moño y a las camisas de poliéster. 

¿Qué pasará con los pendientes de coco? 



 


No hay comentarios:

Publicar un comentario