Una novela esperpéntica en la que el autor se ríe de los hombres y mujeres del Madrid de los 80, sobre todo de los hombres. Mucho humor, mucha crítica y demasiado largo.
José María Guelbenzu hace una sátira sobre la forma de vida del Madrid de los años 80. Para ello crea una bella mujer de provincias, recién divorciada, rebosante de ilusión e inocencia, y de fácil conformar que llega a la capital en busca de una nueva vida, trabajo y amor.
Y va pasando de un empleo a otro y de un novio a otro.
Estas relaciones serán la excusa perfecta para que el autor ridiculice cada nuevo amor de María del Alma, que representa un tipo de hombre que Guelbenzu caricaturiza sin piedad. Con nombre y apariencia física ridículos les hace pasar por situaciones hilarantes y por una aventura amorosa grotesca.
Ridiculiza a los políticos, banqueros, santurrones, jovencitos, hombres de negocios hechos a sí mismos, empresarios poderosos, intelectuales, pueblerinos, aristócratas... y no deja a títere con cabeza. Incluso ridiculiza a las mujeres: a las que buscan un amor imposible, así como a aquellas que se divierten con unos y con otros.
Si la novela comienza con buen pie y mucha gracia, al final resulta larga y pesada: sobran páginas a las diferentes aventuras amorosas. El tema no da para tanto y acaba cansando.
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