jueves, 29 de julio de 2021

Políticas abrazadas al concepto

El concepto se ha puesto de moda. Quieren hacernos creer que los problemas de hoy vienen derivados de la idea y su concepto, con lo cual se dedican a la teoría y evitan dar soluciones. Dos claros ejemplos: la matria de Yolanda y el hombre duro de Colau. 

De todos los políticos y políticas que han pasado por el congreso puede que sea la más estilosa, que no la mejor ni las más capaz, ni la que más y mejor trabaja, ni la que tiene las mejores ideas, pero sí una de las que se lleva la palma en cuanto a vestuario, peinado y maquillaje. 

Sin embargo, el look estudiado de Yolanda Díaz no casa con barbaridades como las de matria. ¡¡Matria dice!! Quiere cambiar patria por matria, porque es un concepto que acoge, acuna, no discrimina y deja lugar el diálogo y a los derechos bidireccionales. ¡¡¡Por favor!!! Que la matria concita un proyecto de convivencia por la complejidad de España provocada por su pluraridad de identidades y lenguas. Jajajajaja.

Eso dice la ministra de Trabajo. A eso dedica su tiempo en lugar de buscar una solución a la falta de empleos y a la ruina en el mercado laboral.

Ada Colau no le va a la zaga. No tiene el estilo de Yolanda Díaz, pero también le gusta darle al concepto. 
Se ha propuesto acabar con el de hombre duro y reeducar a la sociedad de Barcelona en un nuevo concepto de masculinidad, que responda a modelos plurales y heterogéneos. Quiere reconducir los instintos o hábitos adquiridos de los trabajadores municipales, jóvenes, adultos e incluso maduros que lo deseen, y para ello el Centro de Nuevas Masculinidades arrancará en octubre.

Tanto hablar de feminismo, y Colau no se acuerda de que esos jóvenes tienen madres, quienes participan, y mucho, en la educación de sus hijos. Por algo hoy los hombres no responden al tipo duro; está pasadísimo: ahora los hombres se depilan, se dejan coleta, se ponen a dieta, se retocan y se cuidan tanto o más que las mujeres. Pocos son los que van de hombres duros; lloran si tienen que llorar, ríen, sienten, padecen y se muestran más sensibles y dialogantes. 
El maltrato y la violencia de género son otros temas, y más importantes que el concepto de hombre duro. 

El caso es perderse en los conceptos y no enfrentarse a los problemas reales del ciudadane.

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