Mucho, y poco bueno, se suele hablar del Burger King, sobre todo por su fama de ofrecer comida poco sana. Y si a eso le sumas su última campaña... el acabose.
Dicen que las redes sociales estaban que echaban humo, y todo por sus últimos anuncios. Algo, totalmente comprensible.
La empresa de comida rápida ha tirado del chiste fácil para faltar al respeto a las creencias religiosas y hacer una campaña publicitaria utilizando frases del Evangelio, con el objetivo de atraer clientes que no comen carne en cuaresma ni en Semana Santa, y promocionar sus recetas vegetarianas.
Afortunadamente, los católicos se han molestado y no se han callado: han criticado esa campaña, han pedido respeto, incluso algunos han animado a boicotear a la cadena, y la empresa ha acabado retirando los anuncios, eso sí tarde.
¿Por qué reírse de las creencias religiosas? ¿por qué parodiar a los católicos? Si alguien no quiere comer carne en Cuaresma o el Viernes Santo es tan respetable como el ramadán de los musulmanes o la comida kosher de los judíos. ¿Por qué siempre cargan contra los mismos, acaso porque los cristianos ponen la otra mejilla? ¿Por qué no se ha hablado de discriminación religiosa y de falta de tolerancia? ¿Qué habría pasado si tal campaña hubiera hecho referencia al ramadán o a la dieta kosher?
Ni que ofrecieran hamburguesas de alta calidad.
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