Me encanta este autor gallego, y desde aquí quiero hacerle un pequeño homenaje.
Ha muerto hoy en Vigo, con solo 51 años, de un ictus cerebral. Es una pena, una gran pérdida en todos los sentidos, porque cuentan que era un hombre excepcional, afable y bueno, y porque a Leo Caldas le quedaban aún muchas novelas que protagonizar.
Ojos de agua, La playa de los ahogados y El último barco son las tres novelas negras, o policíacas, con las que Leo Caldas llegó a nuestra vida a lomos de la narrativa maravillosa de Domingo, su gran sentido del humor, su forma de ser tan gallega, y la presencia de su padre, cuyos rasgos comparte con los del de detective.
En su último libro publicado en vida, Algunos cuentos reunidos, hace una recopilación de relatos con los que muestra su amor por los cuentos y por su tierra; escribía en gallego y luego lo traducía a español. En más de una entrevista aseguró que era un enamorado de los cuentos, de la música del lenguaje y de las novelas negras.
Siempre nos quedará su obra.
Descanse en paz.
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