La revista quiere que sus lectores vean gente guapa y glamourosa. Tanto es así, tan perfectas quieren a sus divas, que parece que un pequeño error en páginas interiores ha demostrado cómo intentan mejorar su apariencia.
A la inmensa mayoría de los mortales nos encanta echar un vistazo a la revista ¡HOLA!. De hecho existen versiones adaptadas a otras países. Muchos no la compran, pero si se la encuentran a mano la miran, comentan, preguntan al de al lado, leen los pies de foto y se fijan en las caras, pelos, vestidos, joyas, casas y declaraciones.
Yo soy de comprarla y de ir más allá de ver las fotos y leer los pies, será deformación profesional.
Me encanta; me gusta que retoquen a todos los que aparecen para que luzcan más guapos de lo que son, sin arrugas, sin manchas en la piel, sin un solo defecto... Recuerdo más de una vez oír la frase de que estas revistas son aspiracionales y por eso tienen tanta popularidad. A todos nos gusta el glamour, la belleza, la sofisticación... para ver miseria, problemas, fealdad ya está el día a día.
Pero de ahí a publicar una foto con una llamada de atención donde hay que retocar más una imagen hay un abismo.
En el reportaje de la boda de Julia Nasi, donde se reunieron Isabel Presyler y Carmen Martínez Bordiú, hay una foto en la que el escote de la Preysler está marcado con un círculo amarillo para darle más photoshop, mejorarlo y tal vez dejarlo terso, suave, brillante, liso como si fuera el de un bebé.
Ha sido un error y errores cometemos todos. Lo que no sabemos es cómo lo habrá tomado la madre de Tamara.
Al fin y al cabo, este pequeño resbalón viene a recordarnos que todos somos humanos: nos equivocamos alguna vez y sentimos el paso del tiempo, la piel sufre y no todo se puede disimular.
Aun así Isabel Preysler está estupenda. Y es una más de las bien tratadas por la revista; solo hay que ver las portadas de cada semana en las que todas sus protagonistas están estupendas, con una piel y un rostro envidiables. Será photoshop, ácido hialurónico, botox, hilos tensores... El caso que todas, divinas.
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