lunes, 24 de abril de 2017

‘Todo esto te daré’, muchas expectativas

No parece de la misma autora que la Trilogía del Baztán. Es mucho más comercial, pelín largo, demasiadas descripciones, que al principio parecen maravillosas, y muy correcto. Se salva.


Pocos premios planeta me han entusiasmado: Riña de gatos, de Eduardo Mendoza, y La marca del meridiano, de Lorenzo Silva. Pequeñas infamias, de Carmen Posadas, me dejó pasmada; no he vuelto a leer nada de esta autora uruguaya. 

Todo esto te daré está bien. No es maravilloso ni tampoco malísimo. Se deja leer, pero se hace pesado: le sobra un buen puñado de páginas y le falta ritmo y agilidad. 

Al menos en esta ocasión Dolores Redondo te saca de Navarra y te lleva a la la Ribeira Sacra, donde te describe la zona con todo lujo de detalles. La zona y las casas, la gente, las costumbres, las creencias tan arraigadas de Galicia... Muchísimas descripciones, que quizá ralentizan la marcha de la novela. 

La familia del protagonista es una familia noble, muy poderosa en la zona, con grandes privilegios, y mucha mano para hacer y deshacer. Viven en una mansión que la autora describe maravillosamente, por dentro y por fuera, sus alrededores, las proximidades, la capilla, el jardín, las camelias, el invernadero, la cocina, el guiso de Herminia, una cocinera de toda la vida... Es como un cuadrito detrás de otro. 

La historia arranca con el asesinato de un noble gallego casado con un escritor madrileño, quien decide viajar y descubrir qué ha ocurrido. A medida que avanza la investigación, la trama se lía más y más y al final son malos casi todos. 

No me parece muy negra esta novela, pero me gusta el trío que forman el sacerdote, el escritor gay y el guardia civil, un gallego castizo. Se unen en busca de la verdad y se hacen inseparables. 

Todo esto te daré te la acabas leyendo. A veces despacio y otras te engancha. A veces te pierdes con los personajes y otras te dan ganas de cogerte el coche y salir a la Riberia Sacra. 
Se salva, sí, y aunque las comparaciones son odiosas, prefiero la Trilogía. Quizá tenía demasiadas expectativas.

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