Pablo Iglesias abandona el Gobierno para intentar arrebatar la presidencia de la Comunidad de Madrid a Isabel Díaz Ayuso.
Tal vez le falla la memoria: su partido, que está al borde de desaparecer en la capital de España, se llama Unidas Podemos. Y aunque su nombre hace referencia a las mujeres, él hace y deshace a su antojo, y no lo piensa dos veces al eliminar de un plumazo a una mujer, Isa Serra, y alzarse él como cabeza de lista en Madrid.
¡Quién habla de mujer, ni mujer! Si él vale más que ninguna. ¡Qué feminismo, ni feminismo!, ¡qué igualdad!: Unidas Podemos y el PSOE son los únicos que presentan hombres en su cabeza de lista por Madrid.
Tanto hablar de la mujer, de su empoderamiento, de la igualdad, tanto inventar un ministerio que lidera su pareja y ya no lo recuerda.
O tal vez piensa que sólo un hombre es capaz de dar la batalla contra "la ultraderecha criminal, que quiere apoderarse de nuestras instituciones". ¿Se ha olvidado que se trata de elecciones democráticas?
Desde el ministerio del Gobierno de España que él ocupa, lanza un vídeo en el que habla de derecha criminal y asesina, dice que la ultraderecha se va a apoderar de nuestras instituciones, habla de la militancia, de dar la batalla, de la dictadura, de fusilamientos...
Parece que se ha ido a otro espacio y a otro tiempo.
¿Quién va a tomar en serio semejante discurso? No sólo faltan las mujeres, si no que además no responde en absoluto a la realidad. Parece que describe el guion de una serie que le gustaría protagonizar o... ¿habrá perdido el juicio?
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