Si Urdangarín fuera un caballero

Mi amiga Isabel siempre nos recordaba lo que decía su abuela: "Quien hace un cesto hace cientos". Tal vez por eso en el círculo cercano del aún marido de la infanta Cristina no se habrán sorprendido con el notición. 

Urdangarín tiene novia, a pesar de continuar casado con la hermana del rey. 

La revista Lecturas acaba de publicar unas fotos en las que se les ve paseando por una playa de Bidart cogidos del brazo. Ella es de Vitoria, madre de dos hijos, se llama Ainhoa Armentia, y es compañera del despacho Imaz&Abogados, donde él trabaja desde hace meses para acogerse al tercer grado de su condena. 

Es muy fuerte. 

Y la infanta, en Ginebra. 

La revista ¡HOLA! se ha puesto en contacto con ella y al parecer ya lo sabía. 

Aunque, bien pensado, si no fuera así no le habría pillado por sorpresa: seguro que la mismísima infanta recuerda cómo Urdangarín comenzó su idilio con ella.

Él ya tenía una relación, y según cuentan, no se dignó a romper con Carmen. Fueron pasando los meses, hasta que ella se enteró del compromiso de su novio con la infanta Cristina a través de la televisión. 

Valiente sinvergüenza. Pedazo de currículum tiene entre unas cosas y otras. 

A finales de enero del año pasado se le concedió el tercer grado penitenciario. Poco después fue trasladado a la cárcel de Zaballa, en Álava, para terminar su condena. Él alegó que tenía una oferta de trabajo allí, donde viven su madre y hermanos. 

Ahora, después de pasar la navidades con su familia esquiando, le fotografían así, tan pancho. 

Después de 24 años de matrimonio la infanta y sus hijos no se merecen esto. 

Por mucho que ella asegure que ya lo sabía, antes de que ocurriera esto Urdangarín debería haberse ocupado de dejar las cosas en su sitio y haber anunciado su separación. 

Eso debería haber hecho. 

Si fuera un caballero.

Pero lo peor es que por ahí dicen que no es la primera mujer con la que está Urdangarín desde que se trasladó a Álava. A saber.