miércoles, 6 de julio de 2016

Amistad de primeras damas

Se ha dicho de todo. Se las ha comparado hasta la saciedad. Pero sobre todo se ha hablado una y otra vez de la amistad profunda entre doña Leti y doña Michelle. Un viaje que ha dado para mucho. 




Hija, qué suerte, Leti: tener como amiga a la primera dama de EE UU no es baladí. Lo malo es que está ahí Donald Trump acechando. ¡¡¡Ándate con ojo!!!, a ver si vas a tener que cambiar de amistades. 
Me alegro de que seáis tan amigas y ojalá dure esta relación, más allá de trumps y esas cosas. Porque resulta molesto que cada vez que te acercas a otra mujer surgen las comparaciones y los titulares en plan chorra: Duelo de estilismos, o Fulana y Mengana compiten en belleza y elegancia... y así, claro, no se puede estar a gusto. Pero ¿qué querrán, verdad Leti?: ¿que vayas hecha un adefesio? ¡¡¡Con lo cuidadosa que tú eres y lo guapa que estás poniendo!!! 

Entre vosotras, que sois tan amigas, de duelo nada. Se os ve muy diferentes, pero en grata sintonía. Una grande y hermosa, y otra pequeña y bonita; una corpulenta y otra sin chicha, todo fibra; una natural y otra contenida. Una escucha y la otra venga a hablar, a explicarse incluso a gesticular. Eso sí, las dos sin apenas joyas, con pendientes y ya. 
Y Michelle se apuntó un tanto, al vestir moda española: Delpozo, que también podría haberle buscado algo más favorecedor, más conforme a sus hechuras, la verdad. 
Letizia llevaba un nina ricci rojo sin mangas, escote cerrado y un largo correcto, la melena lacia y pendientes de Tous y salones claros. Bien. 
Lo que sí es de agradecer es que no se colocara para ese día el jerseicito raquítico nude, que se puso luego en Girona. Tan, tan y tan raquítico que si se lo pone al lado de Mrs. Obama habría parecido ya no la muñeca Nancy, sino Lesley, que era mucho más flaquita. 

Una curiosidad, Majestad, y con permiso: ¿Cómo hace para que el jersey le quede requete-estirado sin una arruga, pegadísimo, tan adaptado al cuerpo que parece que fuera de licra? 
Y ¿cómo es posible que siempre lleve la ropa mega ajustadísima, ni una arruga, ni un trozo de tela mal colocado, como una segunda piel? ¿Lleva alfileres?, ¿tiene una modista que le ajusta la ropa una vez que se ha vestido? Me alucina que se lo pueda cerrar. Los pantalones blancos de ese mismo día, sin ir más lejos, ¿cómo se los puede poner para que queden tan mega estupendos y no tenga ni una arruga? Porque los tejidos necesitan adaptarse al cuerpo cuando uno se mueve, se sienta, se levanta, camina, gesticula...
En fin, todo un misterio. 


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