martes, 14 de mayo de 2019

El marqués de Griñón y señora dando qué hablar

Eso de que en todas casas cuecen habas es cierto. Ya puedes ser más o menos refinado, más o menos agradable, más o menos famoso, pero la esencia del ser humano es la misma. 



No es por ser cotilla, pero el otro día leí algo que me dejó boquiabierta. 
¡¡Con el fachón que tiene, con lo señor que parece, encima es marqués y un hombre de más de 80 tacos! Pues sí, nada de esto le ayudó a guardar las formas, porque tuvo una movida ¡¡a gritos!! con su esposa, Esther Doña, en un hotel y acabó en la comisaría. 

¿Te lo puedes creer? Sí, don Carlos Falcó, ex de la reina de la prensa rosa y padre de la adorable Tamara. 

En fin....

Cuentan que el marqués está haciendo de Esther toda una señora: espléndida catadora de vinos, experta en aceites de oliva y hasta ha aprendido a vivir en el campo en un palacio de cuento de hadas. Encima, vienen a menudo a Madrid, y se alojan en el cinco estrellas Eurobuilding.  Donde, al parecer, tuvieron una buena trifulca en el mes de febrero. 

Tanto fue así, que los huéspedes, incómodos y alertados por los gritos, llamaron a la policía. Se trataba del matrimonio formado por Carlos y Esther, que comenzaron una discusión en el restaurante del hotel y la terminaron, subiendo el volumen, en la habitación. 

La policía se llevó a Falcó a la comisaría y aconsejaron a Esther que pusiera un denuncia por maltrato de género, cosa que no hizo. 
A la mañana siguiente, tras prestar declaración el marqués salió libre de de cargos. 

Ahora Carlos Falcó reconoce a LOC que pasaron por una crisis, como todas las parejas, y que ya la han superado. Vamos, que son felices y comen perdices. Eso sí, las comen solos, porque los hijos del marqués apenas tienen relación con Esther Doña. 

Pues eso: en todas las casas cuecen habas, por muy marqués que seas y refinado que parezcas. Está claro. 

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