Si alguien, por cualquier motivo, soñara con comer lo mismo que Isabel Preysler, ya es posible. Su hija acaba de lanzarse al mundo editorial y ha sacado Las recetas de casa de mi madre.
Desde que Tamara Falcó fue invitada a participar en Master Chef Celebrity su vida cambió: entró en muchos hogares españoles, se convirtió en un filón para las cadenas de televisión (Cocina al punto con Peña y Tamara, El desafío y El Hormiguero, donde aparece cada semana y habla con naturalidad sobre su familia y sus costumbres), y descubrió que lo suyo es la cocina
Recién diplomada chef en la escuela de alta cocina Le Cordon Bleu, sueña con abrir, algún día, un restaurante. De momento, se conforma con irrumpir de lleno en el mundo editorial: acaba de lanzar un libro donde recopila todas las recetas que se elaboran en la casa de su madre. No las que ella ha descubierto, ni las que más le gustan, ni las más difíciles o sanas o glamorosas.... No. Las de la casa de Isabel Preysler. Porque sabe que su madre tiene mucho tirón.
Y es que Tamara sabe sacar partido a todos los dones que Dios ha puesto a su disposición, y lo hace bien, con elegancia, desparpajo y estilo.
Protagoniza, de nuevo, la portada de ¡HOLA!, y presenta su libro. Se trata de una recopilación de las recetas que se cocinan en su casa: desde platos de origen filipino, hasta la pasta de Valentino, los huevos con los que agasajaron a George Clooney, el cuscús de Elena Bearroch, la paella que preparan cada sábado y la merienda-cena para sus invitados.
Aprovecha, además, para desmentir que Isabel Preysler no se alimente, cuenta que le encanta comer, que es una loca del chocolate negro, del chorizo, del solomillo Wellington y de las codornices.
Otra cosa es que le gusten los fogones. Para eso ya está Tamara... y Ramona, la cocinera.
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