lunes, 19 de septiembre de 2022

¿Rey verde o rey támpax?

Tanto se está hablando de las manías de Carlos III que más que un soberano de nuestro tiempo parece sacado de la Edad Media. Seguro que son exageraciones, ¿o no?


Desde que el hijo de Isabel II ha sido coronado, sus manías y caprichos están dando la vuelta al mundo. Cuentan cada cosa... por ejemplo, ¡¡tienen que ponerle la pasta de dientes en el cepillo y ha de ser de dos centímetros y medio, ni más ni menos!! 
Exige a sus criados que le llenen el baño hasta los 18 centímetros con agua tibia, a 20 grados, que la toalla esté en el mismo sitio, perfectamente doblada y ¡el tapón del baño colocado siempre igual! 

Y siguen: que dos criados le ayudan a vestirse a diario. Le planchan el pijama todos los días, así como ¡¡los cordones de los zapatos!! 

Cada mañana desayuna dos huevos hervidos y tienen que servirle, sí o sí, dos ciruelas, aunque siempre se deja una. 
Cuentan que viaja con su cama articulada, su váter y el papel higiénico que le gusta.

Lo que también aseguran por el Reino Unido es que Carlos III además de petulante, extravagante y entrometido, tiene una obsesión desmedida por el orden, que tal vez le viene del durísimo internado escocés donde estudió, con una  férrea disciplina que incluía castigos físicos. Otros dicen que sufre trastorno obsesivo compulsivo. 

Sin embargo, hay quien dice que nada de esto merece credibilidad: la prensa británica es muy sensacionalista y tal vez lo han sacado de contexto. Carlos III lleva toda su vida, 73 años, preparándose para ser rey, y seguro que será un buen soberano. 

Eso sí, parece que le quita el sueño el medio ambiente, el cambio climático y la ecología. El campo y las tradiciones le gustan mucho y nunca se muerde la lengua, sino que opina de todo. 

En fin, que a sus 73 años, mucho va a tener que aprender si quiere ganarse al pueblo. Y sobre todo si quiere quitarse el mote del Rey tampax. Fácil no lo tiene.

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