Sin descanso. Así se lee este la continuación de El buen padre. Es estupendo, y de lo más adictivo; te atrapa y no lo puedes dejar hasta que lees la última página.
Me encanta Indira Ramos, la inspectora creada por Santiago Díaz para investigar los casos de esta saga, pero también me encanta el resto de personajes, como la madre y la hija de la inspectora, su colega Iván, su exnovio Alejandro y los compañeros de su equipo. Todos, con una historia detrás.
Además, Santiago Díaz trae un hecho real, que nos puso a todos el corazón del revés, para montar una trama estupenda alrededor de la que gira toda la novela.
Maravillosamente escrita, con unos personajes creíbles y perfectamente perfilados, diálogos y momentos geniales que incluso te hacen reír. Es un libro redondo, donde nada queda al azar y donde la trama principal convive con otras subtramas, historias buenísimas que te cortan la respiración.
Recomendable cien por cien por interesante, bien planificada, bien escrita y fascinante. Con un final que no te acabas de creer. Yo ya estoy esperando la tercera parte, que seguro que no tardará.
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