Un año más nos enfrentamos al lunes más triste del año. Hoy, 18 de enero, es el día más deprimente, es Blue Monday. Según el investigador científico Cliff Arnal, de la univerisdad de Cardiff, en el Reino Unido.
¿Y sabes por qué? Por que no hemos cumplido nuestros propósitos para el año nuevo, porque empezamos a pagar las deudas que hemos adquirido para la Navidad, porque es lunes, porque hace frío, porque aún no hemos cobrado y seguimos con los kilos de más de las fiestas... Y lo más grave es que todo esto lo dice un científico.



Y dice que lo hace por la conciliación. Pero, a ver ¿quién ha dicho que la conciliación sea llevarte a tu hijo al trabajo?
Conciliación es poder trabajar y dedicarte a la familia, y ni mucho menos ponerte a dar de mamar a tu bebé ante miles de personas. Dedicarse a cada cosa en su momento, y hacer ambas cosas bien. Ni más ni menos.
¿Te imaginas a la cajera de Carrefour dando de mamar a su hijo en la caja?, ¿o a la periodista de Efe en plena rueda de prensa limpiando la caca de su bebé?, ¿y a la monitora del gimnasio, la taxista o la profesora universitaria calmando el berrinche de su hijito en plena jornada laboral? No, señora diputada, eso no es conciliación.
Conciliación es ser madre y seguir trabajando. Poder pedir reducción de jornada sin que te despidan; disfrutar de flexibilidad horaria, así como de facilidades para cumplir con tu trabajo y tu familia. Significa tener la posibilidad de crecer profesionalmente y llevar un sueldo a casa, pero a la vez dedicar tiempo de calidad a tus hijos. Es poder teletrabajar, organizar el trabajo según las necesidades familiares, por ejemplo.
Llevar a tu hijo al trabajo no es conciliación, que se fije en los países nórdicos: lo bien que se organizan sin montar estos numeritos. Y tú, además, ¿de qué te quejas, Carolina? si tienes guardería en el Congreso.
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