Quizá es que hoy me siento compasiva, y por eso no me voy a meter con Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa (aunque debería, porque ¿los has visto bailando tango? ¡¡¡Patéticos!!!).





Bueno, a lo que iba. Que aparece Pau Gasol en la playa de Cancún con su novia.

Con sus dos metros, se le ve tan a gusto, tan feliz, sin querer demostrar nada ni que le miren. Con un traje de baño normal, sin lucir músculos ni llamando la atención. Una persona más: aunque sea estrella de la NBA también se puede ser natural.
Y junto a él, una chica de Calfornia, que se llama Catherine McDonnell. Pues eso, como una pareja más.
Todo un ejemplo para mayores y pequeños, para los que se inician en el deporte y para los que llevan años practicándolo. Para todos. Bravo, Gasol.
Y junto a él, una chica de Calfornia, que se llama Catherine McDonnell. Pues eso, como una pareja más.
Todo un ejemplo para mayores y pequeños, para los que se inician en el deporte y para los que llevan años practicándolo. Para todos. Bravo, Gasol.
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