El rey emérito y yo, unidos por la merienda

Hay una cosa que nos une a los seres humanos por igual. A plebeyos y patricios, a ricos y no tan ricos, a los de sangre azul y roja, a abuelos y madres... a todos. El papel de aluminio. 
¿No lo sabías? Pues sí, y también a don Juan Carlos y a mí. 

¿Cómo crees tú que el rey emérito lleva la merienda a los toros?, ¿en un táper de Ikea, en papel de estraza, en una fiambrera metálica de toda la vida?, ¿que no merienda acaso? No sé si él merendará, pero lo que sí sabemos es que se encarga de llevársela a su nieta Victoria Federica, con quien comparte tarde de toros, y de bocadillo. 
En este nuevo número de ¡HOLA! lo hemos visto dándole el bocata a Victoria, bien envuelto en papel de aluminio. Eso sí, bajo la atenta y sonriente mirada de su madre y la del diestro Enrique Ponce, con quien padre e hija compartieron una tarde de toros, en la que ambos se volvieron a mostrar tan campechanos como dos buenos borbones.  

Después de esta foto me atrevo a asegurar que a don Juan Carlos le pasará lo mismo que a mí: que en los bolsillos de las chaquetas y en cada bolsos encuentro siempre bolitas de papel de plata. Si es que al final todos hacemos lo mismo, por muy diferentes que seamos. 
La infanta se colocó de nuevo su sombrero y se fue a los toros con su padre. 

Pero cuando quiere, ella también se puede poner estilosilla, previo paso por la pelu.

Esta semana se ha colocado un traje pantalón de los más atrevido, lleno de colores mega llamativos, desde fucsia, hasta naranja y verde, sin pasar por el blanco ni el crudo. 

Iba de lo más chic, hasta con zapatos de punta (que han vuelto), para presidir una mesa de cuestación de Cáritas, y luego recibir el Premio Nacional a la Promoción y Fomento de la Tauromaquia, que concede la Unión de Federaciones Taurinas de Aficionados de España. 
Más castiza que ninguna.