miércoles, 8 de junio de 2016

Los niños nunca engañan

La mejor y más fiable manera de comprobar si una mujer sabe vestirse, o sólo sigue los designios de la moda, compra en tiendas en las que es imposible confundirse o bien tiene un estilista que le ayuda a ir impecable es mirar a sus hijos. Cómo los viste. 


Vestirte sin confundirte está chupado, y más si eres una famosilla de las que aparecen en ¡HOLA!: o bien no arriesgas o si arriesgas te dejas asesorar por los que saben. Pero para el día a día no vas a pedir consejo y menos para unos niños (y así sabemos cómo metes la pata). 

Vamos a echar un ojo al ¡HOLA! de esta semana. Verás qué risa. 

Mira cómo van de monísimos los hijos de mi prefe, de Kate Middleton. Tan sencillos. George, con un pantalón corto azul marino y un jersey de rayas marinero, y una zapatillas. Su hermanita Charlotte de azul, tan gordita y tan ideal
Más que aprobada. O sea, que Kate se deja asesorar pero también sabe. 

Margarita de Borbón en la Primera Comunión de su hija. La verdad que no sé... Ella, ideal; llevaba un vestido de escote pico marfil con incrustaciones y pedrería beis, de Azuarra, y abrigo de crepe de seda en el tono beis de las incrustaciones, de Jorge Vázquez. Anda, claro, es que tiene una amiga estilista y le ha ayudado con el look, que remata con joyas de Rabat. Va Ideal, sí. Su hija, Eugenia, de primera comunión, llevaba un vestido clásico, con cancán y todo. Pero horribles las mangas transparentes de gasa y el cuello del vestido. Pero, vamos, mucho mejor que el rollo ibicenco, o más bien campesino, que se ha puesto de moda y por el cual muchas niñas van a tomar su primera comunión con alpargatas, que encima se les salen. 

Pero ahora viene el horror: fíjate en los niños: Camisa blanca, bien: bermudas beis, bien y.... ¡¡¡¡¡¡mocasines blancos!!!!!!! ¡¡¡Espanto!!! Para eso habrían ido mucho mejor con unas nike, converse o unos naúticos marrones. ¿Dónde se ha visto? Fatal, Margarita, fatal. Pero todavía tenemos que agradecerte que nos les pusieras calcetines. 


La guinda la pone la sin par Paloma Cuevas, que iba hecha una muñequita, cursi donde las haya (para no perder la tradición): Vestido rosa de escote asimétrico, que dejaba un hombro al descubierto, de grandes jaretas tan grandes que parecían volantes, con salones marfil y un clutch la mar de historiado en fusica y pistacho y una pulsera de flores mega cursi (creo que es de la colección que ha diseñado ella a favor de la Fundación Aladina).  
En fin, tiene un tipazo y da el pego. Pero... ¿has visto a las pobres niñas? ¡¡¡criaturitas!!! Menudas melenas, larguísimas, y sin corte. Las niñas tan pequeñas con esos pelos no están nada favorecidas. Llevan vestidos rosas palo y bailarinas lace up rosas con ribete negro. Hechas una penita. Y no te pierdas a Enrique Ponce.

¡¡Y Paloma Segrelles!! Pero si sus hijas parecen recién salidas de un cuadro de Velázquez. Ella, un pantalón marino y una chaqueta; discretita. Pero ¡¡¡esas niñas...!!! Esos vestidos que no son ni rojos, si no granate, con esos lazos en la cabeza, y los calcetines blancos de una de ellas. Pobres. Ya verás cuándo puedan irse solas de compras, te vas a enterar, Paloma Segrelles. 




Vamos, que si es difícil que una misma vaya de punta en blanco, más complicado parece que los niños vayan bien. ¿Un secreto?: el blanco, sólo para camisetas, camisas y zapatillas. Con eso ya van sobradas nuestras famosillas.  

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