miércoles, 18 de enero de 2017

Estos famosos son de otro material

¡¡¡Qué aguante tienen!!! Estamos todos intentando recomponernos después de tanta comilona y tanto turrón, y ellos como si nada; ahí siguen dale que te pego, ¡¡¡venga de salir y alternar!!!

Esta semana en ¡HOLA! te vas a hartar de fiestas. Una es la de Marta Ortega, que cumple 33 años y los celebra con y en lo más in del planeta. La otra, la de James Costos, el embajador de Estados Unidos en España (donde se lo pasa pipa y ha hecho buenísimas migas), con lo más granado de aquí.  

La primera es como superguay. En Londres, en los dos sitios más elitistas y mega fashion del universo. Cenaron en el lujosísimo restaurante del hotel Chiltern Firehouse, donde dicen que conseguir mesa es imposible. Allí acuden Kate Moss, Bono o Bradley Cooper, para más señas. 
Después se fueron de fiesta a Annabel's, uno de los clubes privados más exclusivos de Londres. 

La zariña y su novio, Carlos Torretta, invitaron a un puñado de españoles de su cuerda: Silvia Abascal y Alfonso de Borbón, Amaia Salamanca y Rosauro Varo, Samantha Vallejo-Nágera con su marido, y hasta Luis Medina y Alonso Aznar, entre otros. Todos, súper modernos, súper jóvenes y súper glamourosos. 
Marta y Amaia, peinadas como recién salidas de la ducha, con un moño alto, con el que parece (solo parece) que no les importa su look. 
Y ellos con esmoquin en todos sus variantes: terciopelo,  satén, de color azul, granate e incluso se vio alguno negro más clásico.

Fíjate qué detalle: una empresa de mudanzas trasladó los abrigos del restaurante al club privado para que los invitados no tuvieran que preocuparse, y les dieron mantas para que se taparan a la hora de coger el taxi, que por cierto ya les esperaba en la puerta para llevarles a Annabel's. 
O sea, que no faltó detalle. Es lo que tiene cuando te crías en el mundo de la moda. 
Marta iba de negro con vestido largo de escote cuadrado con una gran raja en la falda y una  chaqueta corta y de gran hombreras de lentejuelas negras. Eso sí, ni pendientes, ni collar y ni siquiera medias. 
El novio, hijo de Roberto Torretta, con el mismo peinado que ella, lucía esmoquin sin pajarita pero con fajín, y solapas en satén y unos sleepers de terciopelo remataban el total look soy un moderno y  lo sé. 


La otra fiesta, al lado de esta es mucho más clásica. James Costos eligió el Museo del Traje de Madrid para su cumpleaños, y hasta allí citó a la Preysler y su Nobel, a Carolina Herrera (que me encanta) y a Ágatha Ruiz de la Prada, entre muchísimas más famosas y maravillosas mujeres. 

Desde que ha roto con Pedro Jota (o él con ella, me da igual) es otra. Se ha tocado todo, está irreconocible. Pues mira, mejor, así piensa en otra cosa, porque a él le ha faltado tiempo para dejarse ver con otra.  Menos mal que se mantiene fiel a sus colorinchis, porque si no imposible reconocerla. 


Me encanta Carolina Herrera: es discreta, elegante, súper moderna, y va siempre impecable. Llevaba un vestido marfil en chifón, largo y de mango larga, con abertura central en la falda, y chaleco de piel gris perla largo, de Carolina Herrera New York. Lo combinó con botines negros y clutch del mismo color.  Ideal el peinado, los pendientes, todo. Hasta el detalle no llevar medias, con un vestido blanco. ¡¡¡Genial!!! 


A Isabel Preysler, como siempre, no le falta un detalle: flores, pasamanería, bordados, brocados, dorados, pieles de muchos colores, pendientones... y Mario Vargas Llosa junto a ella, con bufanda ¡¡¡¡¡blanca!!!!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario