miércoles, 15 de marzo de 2017

Carlota, tras los pasos de su madre

Mona no, es ideal. Tiene mucho estilo y carita de ángel. Pero hasta aquí, porque le falta algo, puede que una sonrisa de vez en cuando o un poco de simpatía, porque es más estirada... Y desde luego, va por el mismo camino que su madre y la tita Estefanía.




Me refiero a Carlota Casiraghi; tan mona y tan moderna, siempre la más de cualquier foto o aparición. Pero parece que ella pasa de todo, que sólo se arregla cuando lo estima oportuno (y hace muy bien). 

Mírala cómo iba a la cena que montó su cuñada bohochic para celebrar la nueva colección de Ralph Lauren en París, a la que invitó a toda su pandi de ricachonas pijihippies. 



Toda la pandillita iba con modelazos de la colección Ralph Lauren que se acababa de presentar, la mar de modernas y sin faltarles un perejil.
Y Carlota, como si nada: ¡¡¡¡con un jersey de cuello alto gris, un recogido a la loco y eso sí, los labios, requetepintados!!! Ella es más de Karl Lagerfeld, de Gucci; de un rollo más de alta costura. 

Dicen que es como su madre y su tía: le encanta ir de flor en flor, y en lugar de esconderse se pasea con su romance tan pancha. ¿Ves? es que le da igual que le da lo mismo. Está por encima de eso y de mucho más. Pues hace muy bien. 
Según ¡HOLA! tiene novio nuevo, y no es otro que el hijo de Carole Bouquet y del productor libanés, que en paz descanse, Jean Pierre Rassam. 
Se llama Dimitri Rassam y es productor de cine, como su padre. Desde que Carlota descubrió el mundo del cine le va a pasar como a tita Estefanía con el mundo del circo. 


La hija de la divina Carolina está a partir un piñón con Dimitri Rassam. A sus 30 años parece que el amor a vuelto a su vida. 
Por gentileza de ¡HOLA! nos enteramos de que pasaron un fin de semana romántico en casa de Carolina de Mónaco, en París, fueron a hace la compra a un mercado y salieron hacia Barbizón, donde ella estuvo refugiada después de su ruptura con Lamberto Sanfelice. También se les vio de paseo por el bosque de Fontainebleau.

Desde que rompió con su novio Alex Dellal (el más formal y con el que tuvo una relación más larga) irrumpió en el mundo del séptimo arte y ha sido un no parar: primero el actor Gad Elmaleh, padre de su hijo; después el director de cine Lamberto Sanfelice, con el que convivió en Italia, y ahora Dimitri, un productor.  


Pero te digo una cosa: no he visto nunca (y mira que llevo años viendo desfilar famosos: desde que empecé a trabajar en Diezmi) una pareja tan compenetrada como la de la Zariña y Carlos Torretta. ¡¡Qué maravilla!! 
Imagínate qué gozada: se te pierdan las gomas para la coleta y le pides una a tu pareja. Lo más 
Es que llevan el mismo peinado, las mismas gafas y trabajan en lo mismo. Anda, Carlota, búscate uno con el que se te vea así de bien. 

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