lunes, 13 de marzo de 2017

Comer o no comer. Ese es el dilema

Quieres tener la despensa llena de alimentos ricos, que no engorden, no te suban el colesterol ni la tensión, te ayuden a estar como una manzana, y a crecer a tus hijos. Pero te lo ponen difícil. Será la investigación, la ciencia, la medicina -clásica o la alternativa-, la ecología, el marketing, las modas... ¡¡¡lo que sea!!!, el caso es que lo que antes te quitaban ahora te lo ponen. 




¿Te acuerdas cuando decían que el aguacate ni mirarlo, y el salmón tampoco? ¿Y cuando los frutos secos engordaban muchísimo?¿Recuerdas que te obligaban a terminar cualquier comida con una pieza de fruta?, ¿y cuando tenías que tomar leche, cuanta más mejor? ¿Y eso de que el azúcar te alegraba el día, que no era bueno no tomar nada de azúcar? 

Pues ahora se han puesto de moda los superalimentos, y vas a fllipar: entre ellos se encuentran el aguacate, los frutos secos y el salmón. Junto a otros como el aceite de oliva, la quinoa, todas las coles (sobre todo el brócoli y la col kale), las algas, el jengibre, la cúrcuma, las frutas, las verduras de hojas verdes... Son alimentos ricos en omega 3, antioxidantes, vitaminas y grasas saludables, 

El aguacate tiene ácidos grasos Omega 3, que ayuda a mejorar los niveles de colesterol y a estabilizar el ritmo cardíaco. Igual que el salmón, que además aporta vitaminas, hidratos de carbono, grasas y proteínas. 
En cuanto a los frutos secos, mejor crudos y sin sal; son ricos en en antioxidantes, ácido fólico, ácidos grasos Omega 3 y fibra. Ahora te recomiendan las nueces, las almendras y las avellanas, que aportan vitamina E, los pistachos, que reducen los riesgos de padecer degeneración muscular, y los cacahuetes. ¡¡¡Con lo ricos que están!!! 

Y ya han descubierto que la fruta es mejor entre horas y nuuuuuunca después de cenar: durante la noche consumimos menos energía y el azúcar de la fruta provocará un aumento de peso. Pero además esta azúcar ralentiza la digestión, lo que produce gases, y puede causar flatulencias e hinchazón.
La leche provoca muchas alergias, indigestiones y malestar. Para que no falte en tu dieta puedes encontrar desde leche sin lactosa hasta leche de almendras. Y si no, siempre puedes tomar yogures o cualquier producto lácteo. 
El azúcar, ni olerlo, porque está refinado y es malísimo.


Para colmo de males, el exbroker e ingeniero francés Christopher Brusset, que ha trabajado durante años en la industria agroalimentaria, acaba de lanzar un libro. En ¡Cómo puedes comer eso! explica los miles y miles de fraudes que hay en la industria alimentaria. Cómo nos engañan con lo alimentos.
Donde pone hamburguesa de buey, es carne de caballo; donde dice queso azul es un bloque de queso artificial a base de leche tamizada, mantequilla, proteína láctea, nata, agua, agua y más agua, fosfato, citrato de sodio... 
La miel no es miel: o está mezclada con muchísima azúcar o es completamente falsa. 
Cuenta que los fábricas de miel de China ponen la piel de gallina: son peores que los laboratorios de los hospitales. También relata  en su libro que las guindillas troceadas las machacan junto a cadáveres de ratas y ratones, con caca, y pelos... Y que se reciben lotes de especias de Turquía y Egipto con excrementos de pájaros, de roedores o cualquier otro desecho, que luego triturado se ni se ven. He leído sobre esto el fin de semana y me he quedado helada... 
¿Qué hacemos? ¡¡¡Las pastillitas de los astronautas, ya!!!

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