Penélope Cruz, cúbrete las espaldas

Ella y su marido vuelven a arrasar. Loving Pablo se acaba de presentar en La Mostra de Venecia, y ha sido la excusa para dejarse ver juntos y más espectaculares que (casi) nunca. 

Bajo las órdenes de Fernando León de Aranoa, ella encarna a la periodista Virginia Vallejo, la amante del narco Pablo Escobar, a quien da vida Javier Bardem. Son los protagonistas de la película basada en el libro Amando a Pablo, odiando a Escobar, donde Virginia describe su relación amorosa con el jefe del cartel de Medellín. 

Hay opiniones para todos los gustos. Unos dicen que la peli es buena, y que ambos lo hacen genial, que están maravillosos. Otros, que es muy reiterativa y que llega tarde: se ha dicho y escrito mucho de Escobar, y hasta se ha hecho una serie para televisión. Y otros critican que durante toda la película sea la voz en off de la amante la que narre lo que unos segundos después ocurre. La pareja, sin embargo, asegura estar feliz y orgullosa, y haber trabajado muy a gusto juntos, tanto que ahora están rodando otra peli con el director Asghar Farhadi. 

Sea como sea la cinta, Pe y Javier se convirtieron en la sensación de La Mostra. Los más esperados y aclamados. Se les vio juntos y de la mano en el Lido.

Él, perfecto en su esmoquin, y ella, con un vestido blanco de Atelier Versace, con pedrería y falda de plumas, súper escotado y con una raja en la falda que dejaba ver sus maravillosas piernas. Estaba divina, con un difícil recogido tirante que a ella le queda de maravilla, y unos pendientes largos, escotada y preciosa. 

Lo malo era cuando se daba la vuelta. ¡¡¡Para lucir semejante vestido hay que verse bien por detrás!!! 

Por delante estupenda, con sus curvas maravillosas, en su sitio, perfectas, pero por detrás regulín: el vestido le apretaba y no le quedaban bien esas mollitas. 

No, Pe, no tienes buena espalda. Lo siento: otras cosas sí, pero la espalda no es la mejor zona de tu anatomía. Y no lo digo para criticarte, lo digo porque la has enseñado.

Otro diseño, otro modelo. Tú, que te lo puedes pemitir, deberías haber elegido otro vestidito. Ya sé que lo último es la espalda descubierta, pero bien, para enseñarla mal, mejor lo dejas. 
Con lo guapetona que tú eres, hija...