Coges la portada de ¡HOLA!, y alucinas: "¿Quién es la madre?, pero ¿ellas son las hijas? o ¿son las tres hermanas? ¡¡Por favor!! ¿qué pasa aquí?".
Tita Cervera posa a toda página con sus mellizas. Y no sabes quién es quién.
No sé si Carmen/Tita/baronesa Thyssen ha hecho un pacto con el diablo, si se ha sacado un bono de superrejuvenecimiento facial, si en la revista se les ha ido la mano con el photoshop o qué.
Carmen, Sabina y la baronesa llevan la melena del mismo color, igual de larga y casi idéntico corte con diferentes peinados; las tres van de blanco y todas ellas tienen un cutis que da gloria verlo.
¿Qué está pasando?, ¿cómo es posible que cuando una mujer tiene edad de ser la abuela (74 años), sea la madre de unas niñas de 11, pero parezca la hermana?
Una locura, pero también una maravilla: llega un momento en que en lugar de cumplir años algunas mujeres descumplen. ¡¡¡¡¡Siiiiii!!!!! Consiguen que su reloj biológico empiece a dar marcha atrás y parezcan cada día más jóvenes y hermosas.
Como Isabel Preysler, que no sólo se va a la Buchinger sino que la cuida Maribel Yébenes, y gracias a sus trucos ya no parece la madre de Ana, Tamara, Chábeli y toda su prole, si no su hermana. Mírala, que estupenda está a sus 66 primaveras con tops cortitos.
A María Teresa Campos le ocurre lo mismo: parece la hermana de sus hijas. Aunque ella lo tiene más fácil: cada día está más joven mientras que sus hijas se cuidan bastante menos. Así que llegará un día en que estén iguales.
Sin embargo, mira a Nati Abascal. Tiene un tipazo y una cara divina, está estupenda, pero mantiene un estilo exclusivo, que le permite estar maravillosa a sus 74 sin parecer una chavala ni tampoco una abuela.
¿Cuál será su secreto más allá de su elegancia innata?
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