miércoles, 10 de enero de 2018

Cualquiera da lecciones de estilo

Hay personas con estilo; que cualquier cosita que se pongan les queda de maravilla. Otras, sin embargo, que quieren ir a la moda y ni por esas. Y aquellas a las que los medios de comunicación les achacan estilo porque, eso sí, son famosísimas. Pero a estas alturas ya no nos da nadie lecciones.




No quiero ser mala, pero en el pie de esta foto se puede leer en ¡HOLA! que Valentino y Nati Abascal dan una lección de estilo paseando por Gstaad. Ja, ja, ja, ja, ja, ja.
Mira la imagen y dime si estás de acuerdo.
Podrían decir lección de amistad, de cómo retar al frío, que son unos enamorados de Suiza, o fieles a sus costumbres, que pasan un nuevo fin de año en las montañas... lo que quieran, pero ¡¡lección de estilo!!
Mira al pobre Valentino, al que debemos el vestido de noche rojo largo, lo más femenino y maravilloso de la alta costura. Míralo, digo, ¿qué parece? con ese bronceado permanente, ese pelo con un color indefinido entre el naranja y el castaño, y ese abrigo cruzado de piel vuelta, con botas acordonadas en blanco... y escoltado por la simpar Nati y la socialité Charlene Shorto, que también va hecha un cuadro.

Lección de estilo sí es la de Kate Middleton, una vez más. Con un abrigo ideal de inspiración militar, gorro estilo kubanka de alpaca y guantes de piel, y zapatos de salón con medias finas. Perfecta. 




O la infana Elena, de verde cerceta, que combina con una chaqueta tipo quimono en el mismo tono y estampada de terciopelo; todo tendencia. Se soltó la melena  y no se la planchó, ¡¡bravo!! ¿Lo malo? la cantidad de abalorios que se colocó sin ton ni son: aros de oro, collar largo de piedras y cinturón rojo y dorado. 


Lección de estilo es el vestido azul de Varela que lució la Reina en la pascua militar. De terciopelo, entallado, largo, de falda estrecha, con cuello bebé, hombros marcados y botonadura delantera. 


Y en absoluto de estilo, pero sí de aguante y de ganas de lucirse la lección que Esther Doña nos da en ¡HOLA!: se fotografía hasta con nueve cambios de ropa, entre ellos un vestido de noche, conjuntos camperos y de día e incluso ¡¡¡sólo con una camisa de su marido!! Y todo, para mostrar el maravilloso interior del palacio del Rincón, donde ambos viven felices y con una perrita a la que llama su niña... 
Eso sí, el palacio está pidiendo a gritos una manita de modernidad. 
Así que Esther, a ver si a la próxima nos das una lección de decoración, y de las buenas. 

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