miércoles, 31 de enero de 2018

Felipe VI, Leonor y nuestra fibra sensible

Es lo que tiene ser el Rey de España: que se enteran hasta en las Batuecas de que cumples 50. Te lo recuerdan antes, durante y después, incluso aunque el mismísimo Felipe VI haya querido quitarse protagonismo y prestárselo a su hija. Nada, ni por esas. 



En el día de su cumpleaños, el rey compartió su protagonismo con su hija Leonor: le entregó el toisón de oro (que sólo se impone a quienes están llamados a suceder en la Corona española), como la princesa heredera y la futura reina de España que es y será. 

A sus 12 años, Leonor acaparó la atención de todos los españoles, a quienes nos tocó el corazón. Recibió la distinción sonriente y relajada, con su carita llena de inocencia. Verla allí, al lado del rey, a quien miraba desde su aún corta estatura, tocaba la fibra sensible. 

Escuchó las palabras que le dedicó su padre serena y sonriente, y eso que el discurso tenía tela. Felipe VI le dijo que el toisón le recordará que debe guiarse por la Constitución española; que supone albergar los valores e ideales más profundos, como la dignidad, la ejemplaridad,  la honestidad, la renuncia, el sacrificio... y la entrega sin reservas a su país. Así como el respeto a todas las ideas, y el amor a la cultura artes, ciencias...


Con que llegue a la altura de su padre será suficiente. El día del aniversario del rey se emitió en TVE un especial sobre Felipe VI. Todos los políticos, periodistas, deportistas, amigos... hablaron genial de él. Hasta Pablo Iglesias le dedicó palabras cariñosas. 


Como se podía prever, hemos tenido Felipe VI hasta en la sopa (de acelgas), pero no hemos llegado al empacho. 
No quiero pensar cuando la reina llegue a esta cifra... Nos vamos a hartar de ver varelas, clases de yoga, retoques faciales, dietas macrobióticas... 

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