lunes, 16 de abril de 2018

‘Al cerrar la puerta’

Los cuentos de hadas no existen. No te puedes fiar de nadie, por mucho que te prometa la luna, ni aunque parezca el hombre perfecto. Al fin y al cabo estás tú, con tu vida y tus problemas; no te busques más. Al menos eso es lo que ocurre en Al cerrar la puerta. Una domestic noir magistral. 



El nuevo género que está arrasando en los países anglosajones es el domestic noir: novelas negras con personajes normales, familias aparentemente sencillas, gente como tú. Sin grandes casos, ni policías o jueces de por medio. 


A sus 60 años, B. A. Paris ha conocido el éxito como escritora con un domestic noir maravilloso. 
La autora se casó y decidió dejar el mundo de las finanzas, en el que trabajaba, para criar a sus cinco hijas. Después, cuando se fueron de casa, ella empezó a escribir y aquí está: tocando el éxito y esperando que Al cerrar la puerta la lleven al cine. 

Y no me extraña, porque te atrapa desde el principio y te crees a los personajes. Grace, la protagonista, te conquista desde la primera línea. Maravillosamente escrito, hilado, planificado y solucionado. 

Gace y Jack son una pareja perfecta, se adoran, tienen una casa maravillosa, él es un abogado especializado en casos de violencia machista y ella cocina de muerte, pinta, es elegante, guapa, delgada, hace todo a las mil maravillas. Sin embargo, no trabaja, no tiene móvil, su casa está cerrada a cal y canto durante el día, no coge el teléfono, no sale nunca, sólo con su marido, el bolso lo lleva vacío... ¿Qué pasa?, ¿qué secreto guardan? 
Poco a poco descubres hasta dónde puede llegar la locura, la paranoia, la maldad, la crueldad y el horror. Cómo se puede sobrevivir así. 

Esta autora británica afincada en París quería escribir una novela sobre una mujer asfixiada en su matrimonio. Con un marido vigilante, controlador, exigente; una relación difícil. 
Sin embargo, Jack se le fue de las manos y se convirtió en el monstruo de Al cerrar la puerta. 
Pero B.A. Paris trata otros temas en su primera novela: 
El de los chicos con síndrome de down; la hermana de la protagonista es clave en la historia. Cariñosa, más lista de lo que creemos, buena, intuitiva, leal y honesta. Llena de ternura. 
El amor sincero, la confianza ciega, el darlo todo sin esperar nada a cambio, la ingenuidad y la inocencia del enamoramiento. 
Las vidas detrás de cada puerta; qué ocurre en cada familia, matrimonio o pareja, porque no sólo nosotros tenemos problemas; todos sufren y lo pasan mal. Las apariencias engañan.  
El sexto sentido de las mujeres, la intuición, aquello que te lleva a pensar rápidamente que algo está ocurriendo y cómo ayudar a la de al lado, cómo socorrerla sin ponerla en peligro, avisarla con suspicacia y valentía. Atar cabos y ser discreta. Esa es una de las valiosas aptitudes de las mujeres.
Y, sobre todo, el autodominio, el poder del cerebro para superar las crisis, y sacar fuerzas de flaqueza cuando creías que no te quedaban. Ya sabes eso de: "que no te toque vivir todo lo que el ser humano puede aguantar", como le ocurre a Grace. 

En fin, totalmente recomendable.  

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