¿Será photoshop, láser o ácido hialurónico? ¿O las cremas Olay rejuvenecedoras que tanto gustan a Cristina Cifuentes? Parece que por la Pantoja no pasan lo años. Misma melena, misma sonrisa, misma cara y mismo estilo. Ingualable, inimitable, personal e intransferible. Y eso que ya es abuela.
Acaban de bautizar a la segunda hija de Paquirrín, y no sería normal si él y los suyos no salieran en ¡HOLA! a toda página.
Tal y como ha sido; ni más ni menos que 18 páginas con Isabel Pantoja como protagonista.
Y es que ella siempre ocupa el sitio de la novia en la boda y del bebé en el bautizo. Tanto es así que en plena exclusiva no se corta un pelo y asegura: "Ana es la artista de la familia. Le ponen mis vídeos y ella imita todo lo que hago yo. Le encanta que le cante. Está loca conmigo". ¿Se puede ser más egocéntrica?
Y posa sola, acompañada, con las niñas, con su hijo y con la familia al completo. De pie, sentada, de perfil, de lado, de frente...
En el desplegable vemos a todo el clan de tiros largos, la mar de favorecidos y de contentos. Las dos niñas, Kiko, que parece otro: aún se mantiene delgado y para la ocasión eligió un tres piezas en beige con pantalón ¡¡¡pesquero!!! y corbata. Además, no se le veía ni uno solo de sus tatuajes, que ya es difícil, pues ni uno. Su pareja, Irene Rosales, muy mona, con un jumpsuit en blanco roto.
Pero la que llama la atención es la matriarca.
Porque está igual que hace diez años. A sus 61 sigue llevando la melena pantojil. Jajajajaja. Es decir por la cintura, que para las grandes ocasiones se recoge en una coleta tirante a más no poder. Tan tirante que ya no sabes si sus ojos son así, o lo son por méritos de su coleta, ni si sonríe porque quiere o también por obra y gracia del peinado. En fin, el más puro estilo pantojil, hoy, en versión bautizo.
Tiene la piel maravillosa, lleva un vestido de su estilo total: fucsia, con un gran lazo en la cintura y falda de vuelo, combinado con zapatos del mismo tono con una gran hebilla. En fin, impresionante.
Isabelpantoja, me descubro ante ti. Que con toito lo que has penado sigas siendo y estando como siempre. No pierdas tu esencia, porque ¿qué sería de ¡HOLA! sin sus dos isabeles tan emblemáticas, tan queridas, tan admiradas, pero tan distintas?
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