Ágatha Ruiz de la Prada presume de corazón

Me estaba resistiendo, pero ya no puedo más; lo suelto: ¿qué hace Ágatha Ruiz de la Prada con el ex de Carmen Martínez Bordiú? 

No es que tenga mala idea, es que yo no sabía nada de la existencia de Luis Miguel Rodríguez hasta que se convirtió en el novio de la nietísima. Saltó a la fama y a los círculos sociales, y desde allí lo hemos conocido. Ahora se ha emparejado con Ágatha Ruiz de la Prada. Y aparece en los medios como si fuera tan conocido. 

Pero me parece genial que estén juntos,  tanto por uno como por la otra. Pero sobre todo por ella, que está espectacular. Le ha sentado de maravilla su nueva vida: no entro a investigar si está tan guapa por la ausencia de Pedro J. o por la presencia de Luis Miguel en su vida.

Súper delgada, con un cutis maravilloso, súper buena cara y, aunque fiel a sus colorinchis y corazones (ahora con más razón), parece que le sientan mejor tales diseños que antes.
  

A sus 57 años está pletórica con este señor, que debe ser adorable; y lo que no tiene de físico lo tendrá por dentro, en el corazón (que no todo es la apariencia). Será su charla, sus modales, su empatía y simpatía...  que eso es lo que importa, ni más ni menos. 
Ella misma ha dicho: "Vivo un momento mágico, es como si tuviera 14 años". Me alegro: la pobre lo pasó fatal con la jugarreta de Pedro J., que la dejó de la noche a la mañana, o eso iba ella diciendo. 

Ágatha, que se ha vuelto la mar de dicharachera, cuenta que no paran, y que a pesar de sus muchos viajes, él siempre la lleva y la trae al aeropuerto, y que luego salen a cenar, solos o con amigos; a la casita de campo de ella, donde presentó a Luismi a sus amigos (incluida la Bordiú, como si no lo conociera ya), a los toros, a reuniones de artistas y diseñadores... En fin, como locos. Disfrutando como dos tortolitos. Y ella, eso sí luciendo corazones.