miércoles, 6 de junio de 2018

Los exámenes de septiembre, en junio

¿Te imaginas que podías haber ido al cole sin el estrés de los exámenes (sorpresa o programados), a pasar la jornada con tus compañeros, digiriendo lo aprendido durante el curso? Eso es lo que hacen en junio los alumnos de Secundaria que han aprobado todo... ¡¡¡y se quejan!!! 




Madrid, La Rioja y Castilla León se han sumado a Navarra, País Vasco, Cantabria, Comunidad Valenciana, Canarias y Extremadura, y ya no tienen exámenes de septiembre a partir de Secundaria. 

Los alumnos que suspenden recuperan en junio. Así que a mediados de mayo se les evalúa a todos para saber quiénes tienen que volver a examinarse. Pero el curso lectivo se alarga hasta el 22 de junio. ¿Entonces?

Se supone que esta iniciativa es el por bien de los alumnos: garantiza la evaluación continua, se acaba con los exámenes que obligaban a las familias a buscar academias o profesores y encima los niños no aprobaban: según Juan José Nieto, director de Educación infantil, primaria y secundaria de Madrid, el 49% de los estudiantes de la ESO y el 58% de Bachillerato suspendidos no superaba ningún examen en esa convocatoria—. Además, ahora los aprobados repasan, y el curso comienza más y mejor organizado en cuanto a horarios, alumnos y profesores.  

Algunos dicen que esta no es la solución: los estudiantes pierden un mes y ahora no tienen tiempo para dar todos los temas. Pero lo peor es que algunos de los aprobados prefieren no ir al cole, cuando lo ideal sería que quisieran aprovechar este mes para apurar conocimientos, estar con los compañeros e ir a clase sin estrés, a disfrutar y a relajarse hasta el 22, como marca la ley. Porque eso es justamente lo que se hace en los campamentos urbanos, los que muchos padres eligen para sus hijos, incluso en su mismo colegio. ¿Ves? Siempre contracorriente. 

Los profesores, pobres, van como locos; tienen que apoyar a los suspendidos y animar a los aprobados para que sigan aprendiendo. Pero ¿cómo? ¿Y por qué no con debates, charlas, exposiciones orales, concursos de mates, de idiomas, de plástica... con maratones, trabajos libres, juegos... y mucha creatividad?
Nuestros estudiantes tienen que saber que todos los días hay que trabajar: el esfuerzo debe ser una rutina, un hábito y una forma de vida. 
En vista de que en septiembre no se consiguen los resultados esperados, hay que buscar una solución que sea buena para todos. Habrá que hacerlo llenos de esperanza, con espíritu positivo y ganas de mejorar. Por el bien de los alumnos, nuestro hijos, los profesionales de mañana. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario