lunes, 24 de septiembre de 2018

La fiebre del Fortnite

Si tienes hijos, sobrinos o primos a partir de los ocho años (o menos), ya te habrás dado cuenta de que hay una cosa que comparten, e incluso a lo mejor tú y tus amistades también: el dichoso Fortnite. Una especie de epidemia que afecta a la población más joven del universo. 


Dicen que más 125 millones de personas juegan al Fortnite Battle Royale en todo el mundo. Y que el juego ha sobrepasado los mil millones de dólares en compras. Ahora me explico que cualquier madre o padre esté hasta las narices del jueguecito. 
Y es que los de Epic Games han dado en la diana; todo son facilidades para jugar: se puede acceder desde todas las plataformas, lo mismo desde la Play Station que desde el móvil, lo único que necesitas es acceso a internet.
Es gratis; sólo pagas si quieres cambiar la apariencia de tu personaje, o skin. También hay armas, bailes... y todo lo puedes comprar para que tu personaje mole más y te aparezcan nuevos desafíos, lo que hace más interesante el juego. 
Muchos jóvenes lo ven así: "Antes comprabas un juego por 80 euros y en menos de seis meses estaba obsoleto. Ahora con 10 cada tres meses el juego se se actualiza con nuevos desafíos". 

Puedes jugar cinco minutos o horas y horas; puedes elegir el modo de juego (Salvar el mundo, Battle Royale, patio de juegos...); puedes jugar tú sólo o con amigos on line y, encima, charlas con ellos. 
Dicen que tiene un ritmo frenético, que los gráficos son buenísimos y que es súper ágil, con lo cual el jugador no tiene tiempos muertos ni se aburre. Vamos, que lo han bordado. 

Y mientras, en la vida real el curso acaba de empezar. Y tú, como padre o madre, te planteas cómo conciliar el estudio y los skins, los ratos de ocio y la battle royale. En fin, un horror. 

Cierto es que el ocio de los chicos de hoy no tiene nada que ver, no ya con el de sus padres, por supuesto que no, pero tampoco con el de los chicos que hoy tienen 18 años. Las nuevas tecnologías van a toda velocidad y es en el modo de jugar, de relacionarse y de entretenerse donde más han cambiado. Hoy, los niños juegan al Fortnite. Y mientras sus padres se preguntan:
¿Es malo, o es bueno?, ¿pueden jugar?, ¿cuánto, cómo, dónde, con quién? Es difícil gestionarlo, porque es tan desconocido y tan sorprendente que nos pilla de nuevas. Hay que adaptarse, pero siempre pensar que la moderación es lo mejor.  

¿Sabías que empezó en 2011 y no tuvo nada de éxito? Fue cuando empezaron a imitar el Modo Battle Royale de otros juegos cuando se puso de moda y ya ha desbancado a Fifa, a Minecraft, a Call of duty... Lo nunca visto. 
Y el curso en sus inicios: esto sí que es un reto apasionante. 

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