miércoles, 5 de septiembre de 2018

Los tortolitos Preysler y Vargas Llosa

Nunca es tarde para encontrar a tu media naranja. Y si no, mira la pareja del momento: Isabel y Mario, siempre de la mano, siempre como recién enamorados.


Si es que están hechos el uno para el otro. Y menos mal que se han encontrado ahora, en el otoño de sus vidas, porque están disfrutando de una nueva primavera. 
Hasta envidia da verlos. Tan conjuntados, tan monos, tan unidos y siempre, eso sí, de la manita, como los primeros amores, como dos jóvenes enamorados. Pero qué monos, ¡¡por favor!! 


Además de ir cogiditos, siempre están impecables y más ahora, en septiembre, recién llegados de la Buchinger, recién tratados, ayunados y mimados. 

Cada verano ponen punto final a la época de relax con un tratamiento de esos de ayuno terapeútico, medicina integral, y con mimos en plan masajes corporales y cuidados de belleza faciales. Así que, claro, da gusto verlos.

Lo último es que ahora van hasta combinados. Míralos: en blanco y beige. Ella, con un vestido tipo ibicenco de TFP by Tamara Falcó, y un cinturón en plan étnico en los tonos del bolso y, ¡oh, no me lo puedo creer! en el tono del pantalón del él. ¡¡¡Si es que son comestibles!!! Y de la mano, siempre de la mano, parece que don Mario e Isabel ya son uno solo. Uno el complemento de la otra, o la otra el epílogo del uno. 
Isabel, hija, menos mal que después de tantas bodas y tantos hombres, menos mal que por fin has encontrado a don Mario. Por los pelos, ¿eh? Con razón se te ve tan bien, tan radiante, como en una nueva juventud. Ni Buchinger, ni nada. 

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