lunes, 12 de noviembre de 2018

‘El viento en la cara’

Después de llorar y sufrir terriblemente con novelas como Un burka por amor y Mil soles espléndidos, me prometí no volver a leer más dramas de burkas. Pero me alegro de haber roto mi promesa. El viento en la cara merece la pena. 



Porque es crítica, lleva a la reflexión e indigna, en lugar de hacerte llorar y sufrir en silencio, bajo el burka de una musulmana. 
Narra, de nuevo, el drama de una mujer islámica. Pero Saphia Azzeddine lo hace con valentía, como la protagonista: una joven fuerte y con convicciones arraigadas, una musulmana que sabe distinguir entre Alá y el corán, y las leyes y normas humanas, que las pone quien tiene el poder para continuar dominando. 

La mujer que va a ser lapidada por sustituir al muecín; el juez que decidirá si merece el castigo, y una periodista americana que llega con el deseo de ayudar a Bilqiss. Estos son los tres protagonistas de la novela. Cada uno narra un capítulo, lo que resulta estupendo para conocer a los personajes y los distintos puntos de vista. 

A través de Bilqiss, Saphia Azzeddine denuncia la doble moral tanto en oriente como en occidente. Echa en cara a la periodista que haga bandera de su causa, como si en su país no ocurrieran episodios de violencia machista. Pero en el fondo sabe que a ella le quitaron la libertad desde que nació. Y le gustaría poder correr y sentir algo tan sencillo como el viento en la cara, algo que sí puede hacer la americana. 

El juez es un hombre encerrado en la doble moral de la que forma parte. Se da cuenta de la brutalidad e injusticia que se va a cometer, pero no sabe cómo actuar. Casado en segundas nupcias con una mujer analfabeta, que obedece y cocina, ahora revive su primer matrimonio, cuando se unió muy enamorado a una mujer con ideas, rebelde, valiente, que clamaba contra el islam. Con el caso de Bilqiss se enfrenta al mismo dilema: ¿sus creencias o la falsa moral?

Dolor, injusticia, traición, opresión, esclavitud, silencio y llanto. Así viven las mujeres dominadas por los hombres. A esta reflexión te lleva El viento en la cara, un libro ameno, ágil y muy dinámico. 
Narrado a través de diálogos, historias que pasan de padres a hijos, disputas dialécticas, reflexiones, recuerdos, descripciones y sentimientos. 
Corto, pero intenso. 

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