domingo, 3 de febrero de 2019

Los premios Goya, un año más.


Cada vez nos parecemos más a los americanos, y debe ser bueno, porque con los Goya hemos tirado la casa por la ventana. Guapísimas ellas, con vestidos envidiables. Ellos, también muy elegantes, de etiqueta, ¿te acuerdas cuando hace nada iban con camiseta y chaqueta negras?






Lo mejor, quizá, los números musicales. Maravillosos. Sobre todo Rosalía con su versión de Me quedo contigo de Los Chunguitos. Divina ella, sus uñas, su vestido rojo, su voz y su coro. De poner la piel de gallina. 



 Espectaculares los vestidos de Silvia Abascal y Juana Acosta. Las mejores. 
Silvia iba de Marchesa, en tul con todos los tonos del malva con los que una pueda soñar. 
Juana, de Dolce&Gabana, con un vestido negro salpicado de cristales. Ambas lucían escote asimétrico, vestidos largos, elegantes y favorecedores. 

Ellos, también, súper arreglados. Javier Gutiérrez eligió una chaqueta esmoquin roja de terciopelo y Miguel Ángel Muñoz un traje plateado de jacquard de Dolce&Gabana, nada discreto. 
José Coronado, a sus 61, sigue siendo un galán, pero se lo tiene pelín creído, ¿o no? 

Pobres presentadores: ¡¡aparecer en ropa interior!! y encima así de fea. Hay que saber reírse de uno mismo y no tener complejos, pero ¿tanto? Ya son ganas. 


Cada vez que enfocaban a Tony Acosta durante la gala, ella venga de mascar chicle; venga de abrir y cerrar la boca como si fuera un tic.




Y lo más importante de la gala, que superación y éxito siempre van de la mano. ¡¡¡Enhorabuena a los mejores, a los campeones!!! Una gran lección para todos. 

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